La morbilidad es la cantidad de personas enfermas en un determinado contexto; dicho contexto alude a una ubicación geográfica y temporal. La morbilidad es un criterio aplicable a las enfermedades y da cuenta de las formas en las que dichas enfermedades se desarrollan. Desde esta perspectiva tiene conexión con la estadística y con la epidemiología. Su estudio es indispensable para comprender distintas facetas de la propagación de una enfermedad, circunstancia de enorme relevancia para intentar circunscribir su incidencia y peligrosidad. En este sentido, la morbilidad de una enfermedad dada es estudiada detenidamente por los especialistas como una forma de trabajo sistemática.
La morbilidad hace alusión a un criterio general, el número de personas enfermas en un tiempo y espacio definidos. No obstante, cuando se requiere ser preciso y aludir a una enfermedad específica, el concepto a utilizar es el de prevalencia; con el mismo se establece una relación entre los afectados por la enfermedad a considerar y la cantidad de individuos totales en el contexto de tiempo y espacio. La prevalencia es de enorme relevancia para estudiar la afectación que realiza una determinada enfermedad, afectación que en algunos casos puede ser enorme; en estas circunstancias la enfermedad es trasmisible con mucha facilidad y hace necesarias medidas rápidas para evitarlo; algunos ejemplos al respecto son variantes de la gripe de las que la población carece de anticuerpos por su novedad.
Otro criterio importante relativo a la morbilidad es la incidencia. La misma da cuenta de un número determinado de casos nuevos en un lugar y en un lapso de tiempo. Una cantidad determinada de la población puede padecer de una enfermedad, pero ese número puede crecer o decrecer en un lapso con una velocidad específica. La incidencia es uno de los factores a considerar cuando se quiere prever el futuro que tendrá una determinada comunidad con respecto a una afección.
Las enfermedades están continuamente mutando y generando nuevas cepas que pueden afectar notablemente a la salud de la población. En efectos, cuando una determinada cepa o enfermedad nueve aparece y el hombre se encuentra carente de anticuerpos para la misma, las afecciones pueden extenderse con mucha facilidad. Esta circunstancia está enormemente acentuada en nuestros días por la facilidad que existe en lo que refiere al transporte. Es por ello que los epidemiólogos se esmeran por detectar cualquier señal anómala en lo que respecta al desenvolvimiento de las enfermedades, intentando diseñar formas de control de las mismas.