Se denomina montaña a un accidente geográfico caracterizado por un relieve elevado con respecto al nivel del mar. Las montañas son consecuencia de determinados procesos que afectan la corteza terrestre y que son también los causantes de la separación que existe de los continentes. Pueden tener una altura variada, pero en general se habla de un fenómeno de estas características cuando la altura supera los mil metros en relación al nivel del mar. La altura máxima es indistinta, puesto que una montaña es el relieve más alto que pueda encontrarse. Suelen encontrarse de modo aglutinado, formando cordilleras, macizos o nudos.
Cuando se hace referencia a una montaña se hace referencia a una circunstancia del relieve emergido. Como queda dicho, las montañas difícilmente se encuentren de modo aislado, debido a que el proceso que las forma tiene sus efectos en amplios sectores y zonas. Es por ello que las formaciones rocosas pueden tener diversas características. Así, podremos hacer referencia a una cordillera cuando las montañas están dispuestas en una dirección, como si formasen una línea. En cuanto a los macizos, éstos presentan montañas sin ninguna dirección definida, formando una suerte de bloque o escudo visto desde una posición elevada. Finalmente, los denominados nudos serán el cruce de dos o más cadenas montañosas.
Las montañas deben su formación aun tipo de proceso propio de la corteza terrestre caracterizado por la existencia de placas que se separan y chocan entre sí. Así, estas, como es sabido, se mantienen sobre una base de magma o rocas fundidas. Las placas se van separando en un punto específico, chocando en otro. En aquel punto donde se produzca el choque se formará una montaña como una consecuencia de la elevación del terreno. Esta circunstancia explica en buena medida la actividad sísmica que caracteriza a este tipo de lugares.
Con el paso del tiempo, las montañas sufrirán la erosión del viento y del agua. Así, sus picos agudos se irán desvaneciendo y suavizando, llegando finalmente a conformar otro tipo de relieve que recibe el nombre de meseta. En efecto, estas son elevaciones del terreno con respecto al nivel del mar que se caracterizan por ser planas, son la consecuencia lógica de montañas que fueron recibiendo el paso de la erosión.
En general las zonas montañosas son frías. Este tipo de circunstancia es fácilmente explicable por el efecto que la altitud tiene en la temperatura. Así, a medida que se ascienda se percibirá un descenso de la temperatura como consecuencia de una atmosfera menos densa.