La actividad científica requiere de una metodología para llevar a término una investigación. No existe un único método, sino que hay varios y cada uno de ellos tiene sus propias características. Seguidamente vamos a abordar uno de los métodos más empleados en la historia de la ciencia, el método inductivo.
Aspectos fundamentales
La principal característica de este método consiste en partir de lo particular para concluir en una idea general. En otras palabras, se trata de crear leyes basadas en la observación sistemática de los hechos.
El razonamiento inductivo observa un fenómeno y va acumulando información al respecto. De la generación de información es posible extraer una conclusión, es decir, una ley determinada. Así, la ley indica la pauta general, la cual se ha alcanzado de los distintos casos particulares. En este sentido hay que tener presente que la palabra inducir proviene del latín in ducere, que quiere decir llevar a dentro. Por lo tanto, el método inductivo funciona según la idea de que los casos particulares llevan implícitos una generalización que es expresable en forma de ley.
La inducción es un mecanismo mental muy común. Pensemos en alguien que trabaja con metales y va comprobando que el hierro, el cobre y el zinc se calientan al ser golpeados. Esta observación le permite extraer una conclusión, que el metal se calienta cuando se golpea. En la vida cotidiana utilizamos este tipo de razonamiento, pero en el ámbito científico se pretende crear leyes universales, para lo cual el investigador debe registrar todos los casos posibles relacionados con una investigación.
Crítica al método inductivo
Según el criterio de la inducción establecer todos los casos posibles relacionados con un fenómeno permite extraer una conclusión. Sin embargo, si aparece un caso nuevo que contradiga la ley general, la ley queda invalidada. Esta circunstancia hace que algunos científicos no aprueben la metodología inductiva, pues no es factible conocer todos los casos vinculados con un fenómeno.
La debilidad del razonamiento inductivo hace que la ciencia recurra a otros métodos de investigación, especialmente el hipotético deductivo. El método hipotético deductivo no ignora la observación como paso inicial, pero las leyes que se obtienen se fundamentan en una hipótesis que explica los hechos observados. De esta manera, los datos concretos se deducen de una hipótesis explicativa, la cual será aceptada como válida mientras la experimentación no contradiga la certeza de la hipótesis. Esto quiere decir que las conclusiones del científico se presentan no como válidas de manera concluyente sino como probables.