Se denomina ‘’metabolismo’’ al conjunto de reacciones químicas y transformaciones energéticas que se llevan a cabo dentro de las células. Estos procesos permiten obtener energía química a partir de moléculas orgánicas, como así también sintetizar nuevas moléculas que cumplen funciones estructurales o fisiológicas dentro del organismo. El metabolismo puede subdividirse en dos: anabolismo y catabolismo. El anabolismo comprende todas las reacciones y transformaciones que contribuyen a la síntesis de sustancias, mientras que el catabolismo se encarga de la degradación de sustancias.
Vías metabólicas
Las reacciones químicas propias del metabolismo pueden agruparse en series ordenadas de pasos denominadas vías metabólicas. En estas, entre los reactivos y los productos se encuentran diferentes etapas intermedias en donde participan distintas enzimas, que actúan como catalizadores biológicos, aumentando la velocidad y eficiencia de las reacciones químicas dentro de las células.
El hecho de que las vías metabólicas se compongan de varios pasos secuenciales y estén catalizados por diferentes enzimas permite una regulación compleja. La variabilidad de las vías metabólicas es enorme, y cada una de ellas cumple una función determinada dentro del organismo o de la célula.
En algunos grupos de organismos podemos encontrar vías que son características y propias. Por ejemplo, en las células vegetales encontramos una vía metabólica encargada de sintetizar los componentes de la pared celular, que no está presente en las células animales. A su vez, existen vías metabólicas que son comunes a casi todos los organismos vivos conocidos, como la glucólisis y la respiración celular, que les permite a las células obtener energía en forma de moléculas de ATP a partir de moléculas orgánicas como la glucosa.
Etapa del anabolismo
Como mencionamos anteriormente, el anabolismo es el proceso metabólico de síntesis de moléculas complejas a partir de moléculas más simples. Esto se lleva cabo a partir de una gran variedad de vías anabólicas que requieren gasto de energía y la acción de diferentes enzimas participantes en cada una de ellas.
Gracias al anabolismo, se producen las moléculas que constituyen las estructuras corporales y aquellas que regulan todas las actividades del organismo. Entre las primeras, podemos mencionar como ejemplo a las proteínas estructurales que forman parte del pelo, las uñas, y los músculos. Entre las moléculas que regulan las actividades del organismo podemos mencionar a las hormonas y al sinfín de enzimas que participan en el metabolismo.
Además, el anabolismo permite formar moléculas de reserva de energía, como el glucógeno y las grasas. Estas sustancias se almacenan en diferentes partes del organismo para poder ser utilizadas cuando no se dispone de otras sustancias para obtener energía.
Etapa del catabolismo
El catabolismo incluye todos los procesos de degradación de sustancias, desde moléculas complejas a moléculas más simples. Estas moléculas más simples pueden ser utilizadas como materia prima para las vías anabólicas mencionadas anteriormente.
Además, durante el proceso degradativo de las vías catabólicas se libera energía que puede ser aprovechada en forma de energía química (ATP) para realizar los procesos anabólicos y demás funciones celulares.
Como ejemplos de vías catabólicas se encuentran la glucólisis y la respiración celular mencionadas al inicio de este artículo, que permiten obtener energía a partir de la degradación de moléculas orgánicas como la glucosa. Por su parte, la degradación de las proteínas obtenidas en la dieta permite obtener los aminoácidos individuales que luego se utilizarán para la síntesis de nuevas proteínas diferentes.
Como podemos concluir, las vías anabólicas y catabólicas se retroalimentan entre sí, ya que unas proporcionan los reactivos y componentes necesarios para las otras, y además ocurren simultánea y constantemente en todas las células del organismo.
Importancia del metabolismo
El metabolismo tiene un rol clave para el mantenimiento de la vida de todos los organismos conocidos, tanto los unicelulares como los pluricelulares. Gracias al metabolismo, los seres vivos son capaces de transformar las sustancias que ingresan en su interior, de fabricar nuevas sustancias y de obtener la energía necesaria para realizar todas sus actividades, como la digestión, circulación, locomoción, respiración, etc.
A través del metabolismo también se generan las sustancias de desecho que son eliminadas del organismo, permitiendo mantener la homeostasis.