- 27/12/1822
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- 28/09/1895
Nació en la ciudad de Dole, en Francia, y creció en el departamento del Jura, al este del país. Su padre fue un militar que ostentó el rango de sargento en las guerras napoleónicas.
En la niñez demostró su habilidad para pintar y dibujar y muchos de los que lo rodearon animaron ese costado, sin embargo, su padre no estuvo de acuerdo.
Se recibió en ciencias matemáticas y su familia lo envió a la Escuela Normal Superior de París para que continuase sus estudios.
Se doctoró en ciencias, en la Universidad de Ciencias de París.
Se recibió de profesor de física.
Estudió química.
Trabajó en la Universidad de Estrasburgo, e hizo un aporte fundamental a la microbiología de aquellos años, develando que, las moléculas idénticas existían como imágenes en espejo lo que facilitó el desarrollo de la medicina y empezar a comprender el ADN humano.
Se casó con su asistente Marie Laurent.
Fue designado decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lille.
Trabajó como director de estudios científicos en la Escuela Normal de París.
Demostró a través de un experimento que los alimentos y las comidas se pudrían a raíz de los microbios que pululaban por el aire y que eran estos los responsables del desarrollo de enfermedades.
A través de miles de años se creyó firmemente que la vida se originó de modo espontáneo y que las enfermedades explotaban en el cuerpo cuando el humor de la persona sufría un desequilibrio. Desestimó ambas cuestiones con un experimento que demostró lo que realmente ocurría…
Hirvió un caldo, y lo expuso de inmediato al aire, con filtros, para que solo pasase por él aire limpio y nada creció dentro del caldo. Comprobó que la comida se pudría por la contaminación microbiana del aire.
Este descubrimiento, al comienzo, fue muy resistido, porque se argumentaba que él era un químico y no un médico.
De todos modos, ayudó a desarrollar antisépticos y a modificar la asistencia médica que se brindaba hasta ese entonces.
Fue convocado por Napoleón III para que lo asesore sobre una problemática que afectaba a la industria vitivinícola.
El vino francés era uno de los más valorados en Francia y el resto del mundo, sin embargo, los productores empezaron a perder millones cuando las botellas sufrían roturas en el camino.
Determinó que la contaminación era producto del aire, ahora bien, no podía hervirlo como había hecho con el caldo porque el sabor sería muy feo y arruinaría ese éxito comercial.
Se esmeró en estudiar el fenómeno y advirtió, tras varias pruebas, que cuando el vino se sometía a una temperatura de 55° no cambiaba su sabor, pero sí mataba a los microbios.
El proceso se denominó, en su homenaje, Pasteurización, y no solamente permitió la recuperación económica del sector vitivinícola, sino que lo hizo a él famoso, local e internacionalmente.
En la actualidad ya no es una preocupación y por supuesto su empleo se extendió por todo el mundo.
Otro salvataje importante que hizo fue a la industria de la seda, que había entrado en crisis, también, por una indescifrable afección que atacó al gusano de la seda.
Estudió exhaustivamente el caso y descubrió que la enfermedad la transmitían unos parásitos, y además, concluyó que, los gusanos infectados debían eliminarse y aislarse.
Volvió a salvar otra industria francesa que tomó envión nuevamente a partir de entonces.
Dirigió el laboratorio de la Escuela Normal de París.
Un derrame inmovilizó el lado izquierdo de su cuerpo. Tenía 45 años. Recibió la asistencia de sus colegas para montar un laboratorio móvil y de ese modo seguir trabajando.
Descubrió cómo crear vacunas en laboratorio. Estaba estudiando la afección del cólera en los pollos y para avanzar en dicho trabajo, decidió inyectarles un viejo cultivo de bacterias.
Los pollos se enfermaron, pero no murieron. Y como si esto fuese poco, se volvieron inmunes a la enfermedad.
Tras este evento determinó que la cepa debilitada de una enfermedad ayudaba a que los animales se volviesen inmunes a la misma. Sin dudas, este descubrimiento marcó un hecho bisagra en la historia de la medicina, la ciencia y la lucha contra las enfermedades infecciosas.
Le tocó el turno al temible ántrax, que no solamente podía afectar a los seres humanos, sino matar a toda una población animal en poco tiempo.
Descubrió la vacuna contra este mal luego de inmunizar exitosamente a unos 30 animales.
También, combatió a la rabia con una vacuna. Un niño que había sido mordido por un animal rabioso fue vacunado y logró sobrevivir.
Fundó el Instituto Pasteur. Tras hacer una convocatoria internacional para reunir fondos, consiguió la creación del establecimiento que se ocupó de seguir estudiando las enfermedades infecciosas.
El camino fue sinuoso, pero exitoso, porque lograron salvar muchísimas vidas.
Se abrieron sedes del instituto en varias colonias francesas /Senegal y Costa de Marfil) con la misión de reducir las infecciones y garantizar la expansión territorial y económica de Francia.
Entre las contribuciones más importantes que ha hecho dicho instituto se cuenta: la vacuna contra la difteria, un flagelo que afectó la vida de miles de niños y que se logró detener gracias a los esfuerzos del equipo que trabajó con él.
Dirigió el instituto hasta su muerte.
Falleció a los 72 años, en el municipio de Marnes-la-Coquette, luego de padecer otro derrame cerebral. Fue despedido como un héroe nacional y enterrado en la Catedral de Notre-Dame. En tanto, un año después, sus restos, se trasladaron a una cripta erigida en el Instituto Pasteur.
Su esposa, que falleció en 1910, fue enterrada junto a él.