El horror de la guerra en Liberia.- Durante cuatro años, desde 1999 y 2003, Liberia, una nación situada en la costa oeste del continente africano, vivió de los peores momentos de su historia como consecuencia de la guerra civil que se desarrolló, y que claro, para un enfrentamiento bélico cuatro años es una eternidad. Pero no solamente el tiempo que se invierte en una guerra ya es tremendo, aún peor es la cantidad de vidas y de daños materiales que se ocasionan a su paso y que en este caso fue calamitoso, más de cincuenta mil…
El conflicto se inició como consecuencia que un grupo rebelde invadió el norte de Liberia y luego aumentaría cuando fuerzas de choque locales quieren desestabilizar al gobierno para controlar uno de los grandes negocios del continente: la producción de diamantes.
Promotora del movimiento pacífico que terminó la guerra
En tanto, el personaje que nos ocupará a continuación, Leymah Roberta Gbowee, fue crucial a la hora de restablecer la armonía y la paz en su patria. Fue una de las promotoras del movimiento pacífico que terminó con el conflicto en el 2003 y también una de las grandes hacedoras de la llegada a la presidencia de Ellen Johnson-Sirleaf, que hasta cumpliría el hito de ser la primera mujer que llega al cargo ejecutivo máximo en África.
Premio Nobel de la Paz en 2011
En el año 2011, la Fundación Nobel, distinguió a Gbowee con el premio más importante que se entrega a aquellos que contribuyen a la paz, el Nobel de la Paz.
Vivir el horror de la guerra en primera persona y liderar el cambio por la paz
Nació en Monrovia, el 1 de febrero del año 1972. Desde su adolescencia sufrió el hecho de vivir en un país convulsionado por la guerra. Se graduó como terapeuta y desarrolló un activo rol de apoyo a los niños soldados.
Esa vivencia la marcaría a fuego por supuesto y la involucraría en primera persona en la búsqueda de la paz.
Reunir mujeres de diversos credos para rezar
En 2002 organizó un equipo conformado por mujeres que luchaban por la paz. La principal acción era rezar y juntó tanto a mujeres cristianas como a musulmanas a hacerlo. La idea era mostrar unidad y paz, aún en las diferencias, y por supuesto promover una acción que no implique violencia.
En aquellos momentos álgidos consiguió reuniones con el gobierno para apaciguar el clima y para acercarse a una salida pacífica del conflicto.
¡Y lo logró! aunque ello no detuvo su acción ni mucho menos sino que hoy sigue tan comprometida con la paz en su continente que sigue promoviéndolo desde diversas organizaciones que integra.