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Nació en Oakland, California, en el seno de una familia conformada por un padre de origen jamaiquino y su madre hindú. Tiene una hermana menor, Maya.
Cuando sus padres se divorciaron, Kamala, quedó bajo la guarda de su mamá, una científica especializada en la investigación del cáncer de mama, que además era una activa defensora de los derechos humanos. Su padre era profesor de economía.
Esta enorme conexión con su madre generó un fuerte lazo con sus orígenes asiáticos, tal es así que acompañó en muchas oportunidades a su madre a la India.
En muchas declaraciones públicas que ha hecho a lo largo de su carrera, señaló la fuerza y la determinación de su madre a la hora de criar dos hijas negras en un país que ostentaba una fuerte tradición en materia de discriminación racial.
Ni bien sus padres se divorciaron, y por algunos años, se mudó con su madre y hermana a Canadá, donde su mamá encontró una buena oportunidad laboral.
Estudió en la Universidad Howard. Y finalmente se graduó como abogada en la Universidad de California.
Comenzó su ascendente carrera como Fiscal del distrito de San Francisco, el cargo más alto que se puede conseguir en dicha área.
Asumió como Primera Fiscal General por el estado de California. Bajo su órbita estaba el cumplimiento de la ley en todo el estado.
Cumplió casi dos mandatos al frente del cargo, que le abrió más tarde las puertas de la política.
En 2007 fue reelegida para el mismo puesto sin tener que enfrentar oposición alguna.
Asumió como Fiscal General del estado de California, en tanto, fue reelegida para el cargo en 2014, casi con un 60 % de los votos.
Se casó con Douglas Emhoff, de profesión también abogado, pero a diferencia de ella se desempeña en la actividad privada. La pareja tiene dos hijos que Kamala decidió adoptar como propios.
Lanzó su candidatura a senadora y en las primarias compitió y se impuso al ex-alcalde de la ciudad de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa.
Ganó una tan ansiada banca en el senado norteamericano, con una amplia mayoría, y entre sus principales promesas al asumir, afirmó que protegería a los inmigrantes de las políticas y las persecuciones de Donald Trump, quien había sido electo presidente de la Nación en ese momento.
Por otra parte, se destacó por su singular e implacable manera de cuestionar a aquellos candidatos que llegaban al senado para aprobar o no, su contratación laboral.
Entre las variadas cualidades que le señalan sus colegas se cuentan su enorme capacidad a la hora de interrogar funcionarios en el Congreso.
Lanzó su campaña presidencial en Oakland para las elecciones generales de 2019.
Entre las condiciones que nadie puede obviar de Kamala se cuentan su fantástica capacidad para debatir, inclusive, con su propio compañero de fórmula, Joe Biden, a quien no tuvo pruritos en reprocharle su aceptación a algunas posiciones racistas del pasado.
Si bien antes de las primarias se propuso la nominación para competir en la carrera presidencial, decidió bajarse y acompañar a Joe Biden cuando éste se lo requirió.
Junto a Joe Biden (candidato a presidente) se impusieron en la contienda electoral al por entonces presidente en ejercicio Donald Trump.
Asumió el cargo de 49° vicepresidenta de los Estados Unidos. Como tal, ocupa un lugar en el senado, y dado el equilibrio de fuerzas políticas que se logró le tocará resolver a través de su voto aquellos casos en los que se produzcan empates.
Si bien aún le queda mucho camino por recorrer a la presidencia de Biden y a ella a su lado, acompañando y apuntalando cada decisión, lo cierto, es que desde que asumió, e inclusive antes, Kamala, es considerada una presidenciable, una dirigente con mucho futuro y de gran valía para su partido y para el país…
Y entre tanta especulación no dejaría de ser un hecho impactante que llegue a la presidencia de los Estados Unidos no solamente por su condición de mujer sino también por su ascendencia.