Fue uno de los políticos más influyentes de Argentina durante la parte final del siglo XIX y comienzos del XX.
Su dominación política se extendió entre 1880 y 1904, período durante el cual fue presidente en dos ocasiones (1880-1886 / 1898-1904).
Fue uno de los hacedores del estado argentino y quien más impulsó el desarrollo de la Argentina hasta convertirla en la única potencia de América del Sur en la primera parte del siglo XX
Procuró la ocupación de la Patagonia hasta Tierra del Fuego, la provincia más austral de Argentina, le negó a Chile cualquier reclamo de territorio, planeó un sistema ferroviario que aseguró la integración del país, y todo cuanto contribuyese a la modernización para así conseguir la inserción de Argentina en el mundo, tal su anhelo máximo.
Desplegó diversos cargos públicos y legislativos en su extensa carrera política: senador por la provincia de Tucumán, de la cual era originario, y también lo fue por la Capital Federal, ministro del interior durante la presidencia de Carlos Pellegrini, ministro de guerra y marina en el mandato de Nicolás Avellaneda, y presidente provisional del Senado.
También fue el cuadro más relevante del Partido Autonomista nacional (PAN), de tendencia conservadora y liberal, y que tuvo mucha influencia entre 1874 y 1930
Nació en una estancia tucumana, en 1843, y heredó la vocación militar de su padre.
Intervino en varias operaciones militares como: Pavón, Cepeda, la Guerra de la Triple Alianza, y la que enfrentó a Buenos Aires y a la Confederación, entre otras.
La educación y la pacificación nacional fueron los dos ejes sobre los que más trabajó políticamente porque consideraba que eran ellos la base del desarrollo y del logro del esplendor que tanto añoraba para su país
Siguió el camino impulsado por Sarmiento en materia de educación y así de las 1200 escuelas que había al comienzo de su primer mandato se llegó a las 1800 al final de su segunda presidencia.
La paz territorial fue su otro gran objetivo político, que también cumplió, sin embargo, para sus detractores lo hizo a base de la sangre y crueldad de los indígenas que sometió en la llamada campaña al desierto y que tuvo justamente como misión terminar con los malones de indios que acechaban la tranquilidad y obstaculizaban el desarrollo de la nación.
La campaña o conquista del desierto se extendió entre 1878 y 1885 y le permitió a la Argentina recuperar un vasto territorio, desde la Pampa hasta la Patagonia, que se encontraba en poder de diversas tribus de pueblos originarios
Roca estuvo al mando de dicha operación militar que resultó exitosísima para el estado argentino, pero no así para los indígenas, de acuerdo a lo que sostienen los opositores a Roca, porque fueron sometidos cruelmente, perdieron sus tierras, su cultura e identidad, pasaron a integrar una minoría social muy marginada, e incluso la mayoría terminó siendo mano de obra esclavizada.
En contrapartida, sus defensores, por supuesto sostienen lo contrario, que Roca fue el gran estadista argentino de aquella época identificada como Generación del 80 y cuya acción política dejó como saldo un estado sólido, institucional y económicamente, que nada tenía que envidiarle a las potencias europeas, porque claro, él había hecho a la Argentina a esa imagen y semejanza.
La rotunda victoria que consiguió le valió el mote de conquistador del desierto e hizo realidad sus aspiraciones presidenciales
Entre otras acciones de gobierno salientes: creó el registro civil; Argentina se integró al mercado del mundo, tanto como compradora de manufacturas como vendedora de materias primas; y se sancionó la ley 1420, en 1884, que estableció la enseñanza primaria, gratuita, laica, y obligatoria para todos los habitantes de la nación, una iniciativa de Sarmiento.
En 1904, al culminar su segundo mandato presidencial, se retiró de la política y viajó a Europa con su familia donde fue recibido con enormes honores por colegas extranjeros
Estuvo casado toda su vida con Clara Funes quien fuera la madre de sus seis hijos.
En 1913 reanuda su actividad política cuando el presidente Roque Sáenz Peña lo designa en una misión diplomática en Brasil.
Al año siguiente, en 1914, falleció a los 71 años de edad.