Portillo fue un dirigente político del legendario Partido Revolucionario Institucional (PRI), funcionario público y presidente de la Nación en el período comprendido entre 1976 y 1982.
Ex presidente mexicano y dirigente del PRI, apreciado en la primera parte de su presidencia y luego hacia el final muy cuestionado porque deja en bancarrota al país
Su presidencia se caracterizó por un período de prosperidad gracias a los recursos provenientes de la actividad petrolera y a otras políticas que introdujo como lograr una mayor autonomía respecto de los Estados Unidos y aumentar la cantidad de miembros en la Cámara de Diputados, especialmente un alto cupo para los partidos de la oposición que de este modo tendrían más voz y decisión, entre otras.
Mientras que la contracara se vivió en sus últimos años de gestión en los que empezó a sentirse una notable caída de la economía a causa de la corrupción, el despilfarro de recursos del estado y la devaluación del peso mexicano.
Incluso la figura de Portillo terminó muy desprestigiada ya que se lo cuestionó muchísimo por las excentricidades con las que vivía, mansiones para él y sus hijos, para su madre y hermanas, entre otras conductas reprochables para un primer mandatario que dejaba al país en bancarrota, en el peor momento económico después de la Revolución de los primeros años del siglo XX.
Orígenes, formación y llegada a la presidencia
José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco había nacido en la ciudad de México un 16 de junio del año 1920, en el seno de una familia con una larga trayectoria en los ámbitos político e intelectual de México.
Era indefectible que siguiese la carrera de leyes y luego incursionase en la política, siempre desde el PRI.
Antes de ser elegido como presidente se desempeñó como Director de la Comisión Federal de Electricidad y luego ocuparía el cargo de Secretario de Hacienda y Crédito público durante la presidencia de Luis Echeverría Álvarez.
En 1976 se impone con un gran porcentaje y es elegido como presidente de México asumiendo el cargo el 1 de diciembre de 1976.
A las bondades económicas que vivió la primera parte de su gestión, por los recursos petroleros y que ya mencionamos, le debemos agregar en el plano internacional la reanudación de las relaciones diplomáticas con España, con el monarca Juan Carlos I, una vez caído el Franquismo, hecho que abría una nueva etapa de posibilidades e intercambios con este país europeo.
Lamentablemente lo bueno duró poco y fue mal administrado porque el presidente se dejó ganar por una política de favoritismo y de despilfarro de lo ganado que hizo que la deuda externa del país aumentase de manera fantástica cuando dejó la presidencia y a causa de proyectos pomposos que nunca se ejecutaron debidamente.
Tras dejar la presidencia se retiró de la política, probó con un emprendimiento comercial de tequila pero sin demasiada repercusión. También, escribió una autobiografía.
A mediados de la década del noventa su salud se complica a causa de la diabetes y una embolia.
Fallece en 2004, a los 83 años, un 17 de febrero.
Estuvo casado en dos oportunidades y tuvo varios descendientes de sus dos esposas.