José Joaquín Fernández de Lizardi fue sin dudas la estrella autoral del virreinato de Nueva España, en México, desde finales del siglo XVIII y durante las primeras décadas del siglo XIX.
Primer exponente y promotor de la novela americana en México y periodista que crea periódicos que se alinean con la causa independentista
En tanto, hay dos cuestiones insoslayables que lo determinaron en este sentido, por un lado, la fundación del periódico El Pensador Mexicano, una publicación de orientación netamente liberal que se ocupó de denunciar y criticar a la autoridad vigente del Virreinato y de promover los ideales independentistas que primaban en aquellos tiempos.
Y por otra parte por haber sido el primer escritor que introdujo en el continente la novela.
El periodismo ha sido desde allá lejos en el tiempo una profesión valorada y estrechamente asociada a la comunicación a la sociedad de todos aquellos eventos relevantes de la comunidad a la cual pertenecen.
Así es que la ciudadanía en general, de los tiempos de Lizardi, contaba con el periódico como único y gran instrumento para conocer lo que estaba sucediendo en su país y en el resto del mundo, y además, porque era el caso de las mayoría de los periódicos de estas épocas, ayudaban a pensar, a interpretar la realidad y también a animar a sus compatriotas a pelear por su autonomía.
Pero claro, si lo comparamos con la actualidad vaya que encontramos diferencias entre estos periodistas que ejercían un periodismo más bien militante, a favor de las causas que ellos peleaban, en tanto, hoy día, el periodista es un profesional formado en la carrera de medios, que puede tener o no una ideología política pero que no tiene necesidad de volcarla, en los sistemas democráticos, a favor de un gobierno o ideario político.
Contacto y participación en la revolución mexicana
Fernández de Lizardi nació en la Ciudad de México, un 15 de noviembre del año 1776.
Sus primeros años se desarrollaron en Tepozotlán, región en la cual su padre se desempeñaba como médico de los Jesuitas.
Cuando tomó contacto con las primeras ideas revolucionarias, Fernández de Lizardi, no tardó en apoyar y brindar su compromiso absoluto a la propuesta del sacerdote Hidalgo, primer impulsor de la independencia mexicana.
También se ocupó de reclamar a favor de la libertad de imprenta , ya que sufriría en carne propia la censura por parte de la monarquía española.
Perseguido por sus ideas
Cuando en 1812 concreta la creación del mencionado periódico El Pensador , un medio periodístico claramente opositor al gobierno virreinal y pro causa independentista, no solo debió enfrentar recurrentes polémicas y ataques por parte del poder sino que además el gobierno de Fernando VII terminaría por suspender la salida del mismo.
Otro periódico de relevancia que dirigiría es la Gaceta del Gobierno, en el año 1825, ya con la proclamación de la independencia convertida en hecho concreto.
Sin lugar a dudas su obra periodística se unió como dijimos a la causa de la independencia y como tal fue clave para lograr finalmente la autonomía de México.
Obra y características
Su obra más destacada es El Periquillo Sarmiento, la cual data del año 1816 en el marco de la guerra por la independencia mexicana y está considerada como la primera novela formal de la época en su país.
Su argumento gira en torno a un personaje popular, Pedro Sarmiento, las aventuras y avatares que éste sufre hacia finales del gobierno español en México.
Por la rica descripción de las costumbres y de los sucesos de la época es una excelente fuente de conocimiento de cómo era la vida por aquellos años.
A propósito de este mote que se ganó de ser el primer novelista americano es importante señalar que sus obras demostraban la excelente habilidad y capacidad que ostentaba este autor a la hora de describir la vida y las costumbres de la época.
También se proponía que cada obra literaria estuviese escrita en el lenguaje y la jerga que utilizaba cada personaje participante.
Esto por supuesto le añadió un valor y una verosimilitud tremenda a cada una de sus propuestas.
O sea, leer una obra suya era entrar directamente al tiempo y al mundillo del cual hablaba porque tenía una fantástica capacidad de representar exactamente el folclor correspondiente.
Por otra parte, no podemos soslayar el aporte que realizó en cuanto a proponer y promover una mejora en materia educativa en su país, ayudó a muchos de los actores encargados de la enseñanza a pensar que las cosas en este aspecto no estaban como deberían estarlo y que era necesario reflexionar sobre ello y por supuesto mejorar con diversas políticas esta situación.
Porque como sabemos, la educación es el motor del crecimiento y el desarrollo de cualquier lugar.
Fallece en la Ciudad de México el 27 de junio del año 1827.