En reiteradas oportunidades, el séptimo arte se interesó en la monarquía inglesa, así es que producto de ello y como público hemos podido apreciar y conocer con mayor detalle algunos de los reinados más representativos o los más promocionados por una determinada situación. Mientras tanto y a propósito de esta cuestión no es necesario irse muy lejos en el tiempo, sino más bien todo lo contrario, ya que en la última entrega de los premios Oscars, los más populares de la industria del cine, ha sido precisamente una producción que reconstruía el reinado de Jorge VI, uno de los reyes más populares de Gran Bretaña durante el siglo pasado, la flamante ganadora en la categoría más preciada: la de mejor película.
El Discurso del Rey repasa cada una de las adversidades a las que se enfrentó en vida Jorge VI y también nos propone ver cómo fue superando cada una de ellas, verdaderamente, una vida digna de ser filmada y ahora de ser contada en este espacio que se ocupa justamente de destacar aquellas acciones que por su trascendencia ocupan un destacado lugar en la historia de la humanidad.
Jorge VI nació en la propiedad de York Cottage, durante el reinado de su bisabuela la reina Victoria, sus padres fueron el príncipe Jorge, duque de York, más tarde Jorge V y su madre María de Teck, duquesa de York, luego conocida como la reina María. Como nació el 14 de diciembre del año 1895, el mismo día en que su bisabuelo Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, había fallecido tiempo antes, en el año 1861, su bisabuela la reina propuso a sus progenitores que lo llamasen también Alberto y así es que fue bautizado como Albert Frederick Arthur George.
Su salud, durante su infancia resultó ser bastante frágil, por tanto, muchos lo describían como un niño asustadizo y propenso al llanto; por otra parte, su temprana tartamudez también incidió notablemente en su personalidad, convirtiéndolo en un individuo tímido y callado.
Como era tradición, Jorge ingresó al ejército en el año 1913, permaneciendo hasta 1919, año en el cual inició sus estudios en el Trinity College de Cambridge.
Cuando falleció Eduardo VII, el padre de Alberto se convirtió en Rey, Jorge V, situación que provocó que su hermano se convirtiese en el Príncipe de Gales y él en el segundo en la línea de sucesión al trono.
Y lo inesperado sucedió: Alberto se convirtió en el rey Jorge VI el 12 de Mayo del año 1936, luego del fallecimiento de su padre y de que su hermano abdicase al trono como consecuencia de su renuncia a todos los títulos nobiliarios para así poder casarse con una norteamericana divorciada.
Muchos pusieron en duda la capacidad de Jorge VI como rey dada su tartamudez y su extrema timidez para hablar ante un público numeroso, sin embargo, Jorge VI, se esmeró para sobreponerse a las mencionadas características que lo hacían ver como un rey débil y pronto se ganó el favor de su pueblo.
Su esposa, Isabel Bowes-Lyon, hija de un conde escocés, con quien se casó en el año 1923 desarrolló una tarea fundamental para que Jorge superase sus limitaciones: le consiguió un experto en problemas de habla, el australiano Logue, quien lo ayudó a través de métodos muy poco ortodoxos a recuperar su confianza y solucionar su problema de dicción.
El discurso en el cual declaró la guerra a Alemania y en el cual no tartamudeó ni una sola vez es la mejor prueba de esa batalla ganada a la adversidad.
Y tanto esfuerzo tuvo su premio, tras el triunfo en el año 1945, el pueblo inglés no hizo más que brindarle reconocimiento y cariño.
Lamentablemente, diversos problemas en su salud, primero un arterioesclerosis y más tarde un cáncer de pulmón, le pusieron un techo a su carrera.
Jorge VI murió un 6 de febrero del año 1952. Le sucedió en el trono Isabel, una de sus dos hijas.
Además del destacado rol en la segunda guerra mundial, Jorge VI tuvo un papel destacado en la conformación del Commonwealth, una organización compuesta por 54 países independientes y semi independientes que comparten lazos históricos con Inglaterra.