Un jeroglífico es un símbolo perteneciente a un sistema de escritura proveniente de antiguas civilizaciones que se basa en la utilización de imágenes. El sistema más conocido de todos por su complejidad y dificultad es el que perteneció al antiguo Egipto. El mismo se basa en diversas imágenes que implican fonogramas, ideogramas y determinantes; en el primer caso el símbolo representa un sonido, en el segundo funciona como un ícono o una representación de ideas y en el tercero indica una categoría de palabra. Durante mucho tiempo este código fue un misterio, hasta que el trabajo de Jean-François Champollion, filólogo de origen francés, logró que el mismo pueda ser conocido; dicho trabajo se fundamentó en el estudio de una piedra encontrada en Egipto, la Piedra Rosetta, que tenía inscritos a estos jeroglíficos conjuntamente con su traducción en griego y demótico.
Los jeroglíficos del antiguo Egipto se utilizaban preferentemente en los templos por la dificultad que implicaba. Existía otro tipo de escritura que se utilizaba más frecuentemente, principalmente para tareas cotidianas. La tarea de conocer estos sistemas recaía en la figura del escriba, aquel que dejaba registros de todos los eventos importantes de la sociedad egipcia. En el caso del jeroglífico, se demandaba un conocimiento especial y es por ello que su uso se destinaba a situaciones e gran importancia.
Como queda establecido, el conocimiento de este sistema estuvo vedado por mucho tiempo. Durante una campaña militar en Egipto, el ejército francés descubre la famosa Piedra Roseta, que sería la clave del análisis de los jeroglíficos. Rápidamente se comprende su importancia pero debido a derrotas militares a manos de los ingleses, la piedra debe dejarse, siendo llevada finalmente al Museo Británico. El amplio conocimiento de Champollion y su apasionamiento por la cultura egipcia fue lo que posibilitó que el sistema fuese sacado a la luz lentamente, dejando a la posteridad un legado invaluable.
Hoy en día los jeroglíficos subsisten como uno de los sistemas de escritura más complejos y raros de la antigüedad. Sin lugar a dudas el conocimiento de sus significados ocultos abrió toda una nueva perspectiva cerca de la cultura egipcia. Hoy en día, los estudios al respecto continúan sobre una base firme, con la certeza de que las dificultades al respecto fueron resueltas para siempre. No obstante, el aprendizaje del sistema sigue siendo un desafío que solo los individuos especializados en la materia pueden afrontar con esperanzas de éxito.