Un jarabe es una sustancia dulce que contiene medicamentos integrados y que se otorga especialmente a los niños para ingestión cuando tienen alguna dolencia. La finalidad principal de los mismos es el suministro de un remedio para una determinada enfermedad o conjunto de éstas. El gusto agradable que tienen asociados es un aporte extra que puede depender de distintos elementos, entre los que se cuenta el azúcar. Pueden contener alcohol como una forma de contribuir a su conservación. En cuanto al color, este puede ser variable o directamente ser inexistente.
El jarabe intenta hacer agradable la ingestión de un medicamento determinado que por sí mismo podría generar displacer. Esta circunstancia es especialmente importante en los niños, que carecen del conocimiento de la importancia del remedio que se les otorga. En efecto, si solo se les diese el medicamento sin la incorporación de algo dulce, probablemente se resistirían al mismo; en cambio, en el caso del jarabe, con los gustos apetecibles que los mismos muestran por lo general, es más factible que exista una aceptación al respecto. Los jarabes, en este sentido han facilitado el trabajo de muchas madres.
En algunas ocasiones, no obstante, los jarabes pueden fallar en alcanzar un gusto agradable. Esta circunstancia se debe especialmente al fuerte sabor que le confiere el medicamento, sabor que difícilmente puede enmascararse de alguna forma. Al menos, con la combinación de otros elementos este gusto desagradable puede mitigarse un poco, cosa que tiene cierto grado de importancia. En efecto, tan solo eliminando una situación de asco para el niño, ya pueden haber servido enormemente. Al respecto, cabe recordar que existe una reacción involuntaria frente a distintos gustos, sobre todo los que son excesivamente ácidos, que consiste en la generación de una arcada y expulsión inmediata. Este tipo de circunstancia se debe especialmente al hecho de que el organismo está preparado para la potencial ingestión de alguna sustancia nociva que pudiese afectar la salud. Estas sustancias por lo general tiene un gusto ácido y por este motivo el cuerpo tiene esta reacción natural cuando las siente, reacción que evita la ingestión. Ahora bien, este hecho dista de significar que siempre que exista acidez existe algún peligro inminente; en el caso de los medicamentos ha existido un gran bagaje de pruebas al respecto que establecen su seguridad. No obstante, para el cuerpo puede estar presente alguna reacción natural debido al sabor y esta circunstancia se evita con la combinación de gustos agradables.