Es uno de los políticos brasileños más controversiales por sus posiciones ultra conservadoras, y de los más legendarios, ya que entre el largo período 1991 y 2018, ocupó una banca de diputado por Río de Janeiro.
Cuando a finales de agosto de 2018, el Tribunal Superior de Justicia, impugnó la candidatura presidencial del ex presidente Lula Da Silva, detenido y cumpliendo en prisión una pena de 12 años por corrupción, su perfil político adquirió mayor relevancia ya que se posicionó como el candidato presidencial con mayor intención de voto, con Lula fuera de escena
Las encuestas que se publicaron con anterioridad al 31 de agosto de 2018, día en que la justicia le dijo no a Lula, le daban a Bolsonaro una intención de voto de 19 %, atrás de Lula con casi un 40 %, claramente, la salida obligada de Lula de la carrera electoral cambió las cosas.
Nació en el estado de San Pablo en el año 1955.
Antes de dedicarse a la política se desempeñó como militar, llegando al grado de capitán de ejército
En 1988 debutó como político tras ser elegido como concejal por Río de janeiro.
En 1990 ganó una banca como diputado, que el pueblo le renovó por cinco períodos consecutivos, y en 2014 pasó a la historia de Río por ser el diputado más votado en la elección de dicho año
Su trayectoria política lo ha tenido integrando nueve agrupaciones políticas diferentes, y en 2018 se integró al Partido Social Liberal desde el cual lanzó su candidatura presidencial para las elecciones del 7 de octubre de 2018.
De todos los candidatos presidenciales de 2018 es uno de los más controvertidos y el que más incógnitas despierta a razón de sus propuestas y posiciones ultras
Es un fuerte crítico de la izquierda, se manifestó contrario a los derechos que brega el colectivo homosexual, ha apoyado diversas dictaduras locales y foráneas y hasta avaló la tortura y la tenencia de armas en manos de civiles, justamente es uno de los promotores de la instalación de la mano dura para combatir el delito.
Para desterrar el narcotráfico propone la sanción de leyes que protejan a aquellos policías que asesinen a los delincuentes en lugar de perseguirlos, y también promueve la baja de la edad de imputabilidad de 18 a 16 años.
En materia económica agita el libre mercado, el recorte del gato público, y la idea de privatizar varias empresas estatales.
Por sus manifestaciones discriminatorias es que los analistas locales e internacionales lo han señalado como «el Donald Trump brasileño», y lo califican, muy a su gusto, como el candidato anti sistema
Sin lugar a duda, ha sido el candidato que mejor ha capitalizado el descontento social y las demandas de una gran parte de la población brasileña cansada y hastiada de la violencia, la corrupción, y las ideas progresistas, que según su consideración, no condujeron a nada bueno.
En plena campaña electoral (*en 06/09/2018), sufrió un brutal ataque con un cuchillo mientras era llevado en andas en el marco de una presentación pública, en el estado de Minas Gerais
Su atacante, Adélio Bispo de Oliveira, lo apuñaló en el abdomen y le provocó heridas de grave consideración por las cuales debió ser internado de urgencia y operado.
Perforaciones en el intestino delgado y una gran herida en el grueso, que desencadenaron una hemorragia interna, le hicieron perder mucha sangre y de acuerdo a los dichos de su familia fue un milagro que no haya muerto a causa de dichas lesiones.
Inmediatamente después del ataque, el victimario, un hombre de 40 años que aseguró haber actuado cumpliendo un mandato divino, fue detenido por las autoridades policiales
También la policía dejó trascender que el atacante negó que estuviese motivado por alguna razón política sino que adujo diferencias personales con el candidato.
De todos modos, a las pocas horas de ocurrido el hecho, empezaron a circular sus recientes posteos en redes sociales en donde se manifestaba contrario a Bolsonaro y partidario de la izquierda.
La justicia investiga si actuó solo, si recibió alguna ayuda, y si padece además algún problema mental.
El impacto nacional e internacional del hecho se acrecentó cuando empezaron a difundirse las imágenes que alguien tomó con su celular del momento preciso en el cual recibió la puñalada
Después del atentado el resto de los candidatos y los principales dirigentes políticos de Brasil condenaron el acto y se suspendieron las presentaciones de campaña por unos días.
Si bien el candidato se recupera favorablemente se cree que no podrá reasumir la campaña, y serán dos de sus hijos, también dirigentes políticos, quienes tomarán la posta de su padre durante el último tramo de la campaña.
Vale destacarse que el candidato de ultra derecha jamás pensó en abandonar la contienda electoral.
Sin lugar a duda dicho ataque desencadenó un alerta en Brasil porque si bien este tipo de agresión no es un hecho frecuente ni mucho menos, sí hay evidencias que la violencia política ha ido creciendo en el último tiempo en el país.
De acuerdo a muchos analistas, este incidente terminaría siendo muy favorable para las aspiraciones presidenciales del candidato ya que es congruente con uno de sus principales caballitos de batalla de campaña: Brasil está cooptado por la violencia y es preciso una mano dura para restablecer el orden perdido
Este se suma a su otro latiguillo de campaña: que es el único candidato que no tiene un caso de corrupción en su contra, hecho que fue avalado por uno de los principales «lavadores» del Lava Jato, Alberto Yusseff, quien al ser consultado sobre a quién le pagó coima respondió que era más fácil decir a quién no… siii, la respuesta fue a ¡Bolsonaro!
Una de las primeras mediciones que se efectuaron tras el atentado (*en 10/09/2018) le otorgan al candidato del Partido Social Liberal una intención de voto del 30 %, y una diferencia a favor del 20 % respecto del segundo Ciro Gomes, representante de la izquierda
Mientras se recupera en el hospital, Bolsonaro, sigue capitalizando su infortunio mediante videos, y otras noticias que salen directamente de su habitación.