- 28/07/1929
- 1951
- 1952
- 12/09/1953
- 1955
- 1956
- 1957
- 1960
- 1961
- 22/11/1963
- 20/10/1968
- 1975
- 1976-1994
- 19/05/1994
Nació en la ciudad de Nueva York, en el seno de una familia acomodada. Su padre John fue corredor de bolsa de Wall Street, y su madre, Janet, una reconocida socialité, de quien claramente heredó el rol y la clase que la distinguieron desde temprana edad. Su nombre original fue Jacqueline Lee Bouvier.
Tuvo una hermana, Lee Radziwill, con quien fue muy unida durante la infancia, sin embargo, en la adultez, atravesaron momentos de cercanía y peleas.
Se graduó como licenciada en literatura francesa, en la Universidad George Washington.
Trabajó como reportera y fotógrafa para el periódico Washington Times-Herald.
Conoció a JFK, en el marco de una actividad laboral. Ella estaba de novia, pero dejó a su prometido para iniciar un romance con el popular político y aspirante a la Casa Blanca.
Se casó con JFK, en la iglesia St. Mary, en Rhode Island, en el marco de un evento multitudinario que implicó 700 invitados a la celebración y unos 1.200 en la fiesta.
La unión estuvo rodeada de un sinfín de supuestos, entre ellos, que nunca fueron una pareja feliz y que su matrimonio estuvo signado por la conveniencia de él, que de este modo consiguió la esposa “ideal” para sus aspiraciones presidenciales.
Ella padeció las recurrentes infidelidades de él, una especialmente famosa: con Marilyn Monroe, la actriz y modelo del momento.
Sufrió un aborto espontáneo en su primer embarazo, suceso que la entristeció demasiado.
Volvió a embarazarse, pero la niña murió por complicaciones durante el parto.
Nació su hija Caroline, quien se recibió de abogada y tuvo un breve paso por la función pública, como embajadora en Japón, entre 2013 y 2017.
Dio a luz a su tercer hijo: John Junior. También siguió la carrera de abogado y murió en un trágico accidente aéreo en 1999, junto a su esposa y su cuñada.
Tras el suceso, el mundo volvió a hablar de la “maldición de los Kennedy”, una familia, que, a juzgar por los hechos trágicos padecidos por muchos de sus miembros, estaría maldita: el hermano más grande de JFK murió a los 29 años durante una operación secreta en la Segunda Guerra Mundial; su hermana Rosemary nació con una discapacidad mental; su hermana Kathleen murió a los 28 años en un accidente aéreo; su hermano Robert fue asesinado cuando estaba punto de acceder a la presidencia, en 1968, entre los casos más resonantes.
Se convirtió en primera dama de Estados Unidos luego que JFK fuera elegido 35° presidente del país. La familia se mudó a la Casa Blanca.
Asesinaron a su esposo en un acto oficial en la ciudad de Dallas, estado de Texas, mientras desfilaba en un auto descapotable y saludaba al público. Ella estaba a su lado y fue la testigo inmediata de uno de los magnicidios más recordados de la historia. Las imágenes de su traje rosa, de la marca Chanel, empapado de sangre, dieron la vuelta al mundo y causaron una tremenda conmoción mundial.
Unos meses antes del homicidio de su esposo había traído al mundo a su cuarto hijo: Patrick, quien solo vivió 48 horas.
Volvió a casarse. Celebró su majestuosa boda con el multimillonario empresario naviero griego Aristóteles Onassis, a bordo del lujoso yate Christina O, en la isla griega de Skorpios.
Él estaba separado de su primera esposa, tenía dos hijos: Alexander y Christina, y había estado en boca de todos por su amorío con la cantante María Callas.
Cabe destacarse que, el enlace rompió el corazón de la famosa artista.
Para muchos fue un matrimonio por conveniencia: ella quería resguardarse en su fortuna y salir del estado trágico de su viudez, mientras que él, que ya tenía los millones, buscaba el reconocimiento social que una socialité como ella podía atribuirle.
Antes del casamiento, firmaron un largo acuerdo prenupcial, que contuvo 170 cláusulas, en las que se estipuló el reparto de bienes en caso de que mediase el divorcio, sin embargo, cuando ello estaba a punto de ocurrir, él falleció.
Murió su segundo esposo. Trascendió que recibió como herencia unos 19 millones de dólares.
Trabajó como editora de libros los últimos años de su vida.
Inició, en 1980, una relación con el empresario belga estadounidense Maurice Tempelsman, que duró hasta su muerte.
Falleció en la ciudad de Nueva York, a la temprana edad de 64 años. Padecía un extraño tipo de cáncer en la sangre denominado Linfoma No Hodgkin.
Sus restos fueron inhumados en el Cementerio Nacional de Arlington, donde descansaban los de su primer esposo y sus dos hijos fallecidos.