María Callas fue la intérprete de opera más talentosa y popular del siglo pasado, apodada por la belleza de su voz como La Divina.
La cantante de ópera más emblemática y talentosa del siglo XX
Con un talento interpretativo y actoral que deslumbraba, Callas, supo traer al siglo XX el estilo vocal en boga en Italia, entre los siglos XVII y mediados del siglo XIX, y en el que se destacaba el virtuosismo interpretativo en todos sus aspectos.
Callas era soprano, la voz más aguda entre los registros vocales y considerada la más aguda de la armonía, por caso es que en la ópera y en los coros, la soprano, es la voz que lleva la melodía.
Orígenes, estudios y éxito mundial
Ana María Cecilia Sofía Kaloyeropulu nació en la ciudad de Nueva York un 2 de diciembre del año 1923 ni bien sus padres de ascendencia griega se habían asentado allí para abrir un negocio familiar.
Cuando tenía 14 años sus padres se separan y entonces María se va a Grecia con su madre y hermana y empieza a estudiar en el conservatorio de Atenas.
María siempre mantuvo una conflictiva relación con su madre, se sentía poco apoyada y querida por esta, en tanto, y más allá de este dolor se esforzó por abrirse paso en el mundo de la ópera y en 1942 obtiene su primer gran reconocimiento en una presentación de ópera en Atenas.
En 1944, decide regresar a Estados Unidos para ver a su padre y por el difícil contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque al comienzo le costó abrirse paso en Estados Unidos porque se negaba a interpretar en inglés, para la década del cincuenta ya era toda una celebridad de la ópera en Estados Unidos y en Europa.
Relación pasional con Aristóteles Onassis y decadencia musical
Pero además de por su talento y trabajo artístico, a Callas, se la recuerda por su pasional relación con el magnate griego Aristóteles Onassis, el gran amor de su vida, con quien estuvo en pareja desde 1959 y hasta 1968. Anteriormente estuvo casada con el millonario empresario Giovanni Battista Meneghini.
Durante su relación sentimental con Onassis, Callas, se retira parcialmente de la escena y ello generaría una gran pérdida vocal, que más tarde, al regreso a escena, se vislumbraría y empezaría a marcar su final.
En 1968, absolutamente enamorada de Onassis, sufre un fatal desengaño cuando este la deja para casarse con Jacqueline Kennedy.
Callas jamás se recuperaría de ello y comenzaría a tomar excesivamente barbitúricos. En la década del setenta incluso tuvo que ser hospitalizada por un exceso de los mismos.
En 1977, un 16 de septiembre, a los 53 años, fallece de un paro cardíaco.
Muchos especularon que podría haberse tratado de un suicidio cometido por la ingesta de pastillas.