El jabón es un elemento utilizado para la limpieza, ya sea de objetos o del mismo cuerpo humano. El mismo se comercializa en formas variadas como una manera de dar cuenta de soluciones a distintas necesidades que pueden surgir en lo que respecta a la higiene. Las propiedades del jabón hacen que al mezclarse con agua se elimine la suciedad y las grasas. Actualmente, los jabones tienen incorporadas distintas fragancias, pero en el pasado eran de un carácter mucho más sencillo. Su uso se extiende en casi todos los ámbitos en donde se requiera disponer de elementos de limpieza debido a que sus aplicaciones en este sentido son amplias.
El motivo por el cual el jabón es efectivo para la limpieza es porque provoca que la grasa se disuelva en agua. En efecto, en general tanto las grasas como los aceites, dos formas de lípidos, se mantienen en el agua sin disolverse. El jabón, por el contrario, es capaz de disolverse en ambas y esto genera que cuando se mezclan agua, jabón y gasas, se genere una sustancia homogénea. De esta manera, es posible que el agua despegue la grasa de las superficies en donde se adhirió, básicamente porque primero el jabón logró disolverlas.
El jabón sólido resulta habitualmente de una combinación de hidróxido de sodio, más comúnmente conocido como soda caustica y grasa; luego de que el mismo se forme se lo debe separar de los desechos que se generen y posteriormente podrá agregársele distintas esencias que le darán un aroma especial. En el caso de la preparación de jabón líquido se suele utilizar un aceite vegetal con hidróxido de potasio. En cualquier caso, existen otras variantes de combinación para cada tipo de jabón, según sean los requerimientos que se quieran satisfacer o los costos que se deseen afrontar.
Hoy en día, estos procedimientos están harto simplificados por la tecnificación de la producción, que hacen que se puedan generar grandes cantidades de jabón a un precio irrisorio. Esta circunstancia hace que existan grandes empresas encargadas de este tipo de productos, haciendo que los mismos se ofrezcan en una infinitud de variantes. En otras palabras, la fabricación de jabón para comercio está absolutamente industrializada y planteada desde una economía de escala, en donde a una mayor cantidad de producción existe una tendencia creciente a reducción de costos asociados. Esta circunstancia sin lugar a dudas seguirá manteniéndose en el futuro de modo acentuado.