La izquierda es una tendencia política que pone de relieve distintas reivindicaciones sociales. A lo largo dela historia se ha manifestado en distintas vertientes políticas, en distintas orientaciones que hacen que en ocasiones sea difícil definirla con exactitud. La izquierda por lo general es una tendencia que se pronuncia por cambios en la sociedad, cambios que son postulados como un progreso con respecto al pasado. Esta orientación debe su nombre a la experiencia acaecida durante la revolución francesa, cuando en una Asamblea General Constituyente el grupo que buscaba cambios más significativos en lo que respecta al rol de la autoridad real estaba sentado en el ala izquierda.
Quizá la manifestación más importante en lo que respecta a la izquierda haya sido el marxismo. El mismo surgió como una teoría que pretendía explicar la evolución de la historia y asimismo tuvo un importante énfasis en la práctica política. El marxismo propugnaba por una abolición de las clases sociales, circunstancia que solo sería llevada a cabo luego de una dictadura, la dictadura del proletariado. Básicamente veía en la historia un constante conflicto de clases sociales, conflicto que terminaría alguna vez con la mentada sociedad sin clases. Ciertamente, a pesar de las críticas que pudo haber recibido, el marxismo signó todo el siglo XX, dando lugar a movimientos políticos que cambiaron la geopolítica de modo significativo. La formación de la Unión Soviética es la muestra más flagrante de esta circunstancia.
Con la caída de la Unión Soviética, la izquierda quedó circunscrita a su variante democrática. En otras palabras, lo que hoy en día se denomina izquierda es una variante de la misma que reconoce el rol del mercado y del capital pero que busca en lo discursivo la reivindicación de derechos sociales. En otras palabras, la izquierda puede identificarse por propuestas que tengan como finalidad la eliminación de las diferencias desde el punto de vista social. No obstante, todavía es posible encontrar en algunos pocos países experiencias radicales de la izquierda, experiencias en donde manifestaciones políticas que difieran de la misma son sistemáticamente proscritas y perseguidas.
A futuro es de esperarse que la variante democrática de la izquierda sea a que permanezca vigente. No obstante, la misma siempre será motivo de desconfianza para la inversión privada. En efecto, siempre es posible que una experiencia de izquierda moderada se radicalice y sea considerada una amenaza para el flujo de capitales. En este sentido, existen algunos ejemplos más que relevantes al respecto.