En un sentido general, la palabra inhibición equivale a prohibición, contención o renuncia. Este concepto se usa en diferentes ámbitos, como la psicología, el derecho o la biología.
En psicología
En ocasiones nos podemos sentir paralizados ante una situación novedosa o como consecuencia de un temor intenso. Cuando esto ocurre hay una inhibición de la conducta. Se trata de un rasgo del temperamento con un componente biológico. Las personas que se inhiben con frecuencia son especialmente sensibles a las influencias de su entorno.
Algunos psicólogos consideran que la inhibición tiene una estrecha relación con una educación sobreprotectora. Así, las personas que se inhiben sienten ansiedad en las situaciones cambiantes y novedosas. Los individuos con esta inclinación son considerados retraídos y tímidos.
Las distintas formas de inhibición se manifiestan especialmente durante la pubertad. En este sentido, los jóvenes experimentan cambios físicos y psicológicos y esta circunstancia les hace sentirse abrumados, retraídos y confusos.
Por otra parte, existen también las conductas desinhibidas. Ciertas patologías mentales hacen que los individuos no tengan un autodominio de sus emociones y cuando esto ocurre se habla de desinhibición. Algo similar sucede cuando las personas se encuentran bajo los efectos del alcohol o de las drogas, ya que sus reacciones parecen descontroladas.
A nivel biológico
Las proteínas son macromoléculas que se sintetizan a partir del ADN y tienen varias funciones en los organismos. A pesar de ello, ciertas sustancias pueden impedir las funciones de las proteínas y cuando esto sucede tiene lugar un proceso de inhibición biológica.
Las moléculas que reaccionan para frenar o imposibilitar una función son conocidas como inhibidores biológicos.
En ciertas patologías los pacientes tienen complicaciones en sus tratamientos farmacológicos. Dichas complicaciones actúan como un mecanismo de inhibición (por ejemplo, las defensas del propio organismo ante los fármacos pueden impedir la eficacia de estos).
La inhibición en los jueces
Un juez tiene la obligación legal y ética de no aceptar ciertos casos. Cuando esto ocurre se habla de la inhibición del juez. Como es lógico, son varios los motivos que justifican esta situación: cuando el juez tiene un interés personal o económico sobre aquello que va a juzgar o cuando el juez tiene una relación de parentesco con alguna de las partes implicadas en el juicio.
Hay que indicar que la inhibición de un juez puede darse de dos maneras: el propio juez se auto-prohíbe su participación en el juicio o bien que el juez sea recusado por alguna de las partes.