El ingreso per cápita es una medida que sirve para tener referencia del bienestar de la población; el mismo deriva de la división del producto interno bruto con respecto de la cantidad de personas que habitan en el país o en la región. Con el paso del tiempo se ha utilizado enormemente, pero también ha recibido muchas críticas por considerarlo un concepto que deja de lado diversas circunstancias que hacen al bienestar económico. No obstante, sí es cierto que los países que muestran mejores valores en este índice suelen tener condiciones materiales mucho más desarrolladas, condiciones que inevitablemente se proyectan en el bienestar general.
EL producto bruto interno es una medida que evalúa al estado de la producción de bienes y servicios en una sociedad, reflejando el tamaño de una economía determinada; el mismo puede reflejar crecimiento o decrecimiento en distintos períodos de tiempo. Por lo general, los países en vías de desarrollo suelen mostrar un crecimiento superior en este sentido, mientras que los países desarrollados tienen un crecimiento más acotado. En el largo plazo, el producto bruto interno de los países suele crecer paulatinamente, aunque por supuesto existen circunstancias de retroceso; esto nos llega a entender a la economía como un juego de suma distinto de cero.
Dependiendo de la cantidad de población que existe, la proporción de este producto asignada para cada persona debería ser diferente. En otras palabras, el producto bruto interno da cuenta de la cantidad de recursos existentes en la economía medidos en una determinada moneda, mientras que la cantidad de población nos da cuenta de cómo debieran repartirse esos recursos. Obviamente, a mayor cantidad de personas, tocarían más recursos para cada individuo, mientras que a menor cantidad sucedería lo contrario. El ingreso per cápita intenta dar cuenta de esta relación, de la manera en que se repartirían los recursos en función de los habitantes existentes.
Lo que puede llegar a ser discutible ciertamente, es el hecho de establecer que este valor sea representativo del bienestar que existe en una sociedad determinada. Es cierto que en aquellos países con un ingreso per cápita mayor existirán condiciones materiales mucho mejores y ciertamente estas condiciones se reflejarán en algún grado de bienestar. Pero también es cierto que en muchos de estos países puede existir una gran desigualdad, desigualdad que hace que en la práctica algunos pocos habitantes se apropien de la mayoría de ese producto interno bruto. La cuestión, por cierto, deriva en ocasiones en debates de lo más fecundos.