Se denomina inducción a un proceso de conocimiento que consiste en observar circunstancias particulares y a partir de ellas generar una conclusión general. Este tipo de proceder es improcedente a la hora de garantizar veracidad en la conclusión, en la medida en que pueden existir casos desconocidos que nieguen o se contradigan a la conclusión general. No obstante, puede ser útil como una forma provisoria de generar una teoría que luego será contrastada empíricamente. La inducción en un período de la historia fue harto utilizada, y en ella se fundamente un alto número de observaciones científicas. No obstante, con el posterior desarrollo del método científico, este tipo de procedimiento quedó totalmente descartado.
Por contraposición a la inducción, la deducción es un procedimiento que consiste en partir de leyes generales para dar cuenta de aspectos particulares del universo. En efecto, si sé que existe una fuerza denominada gravedad que atrae los objetos hacía el piso con una determinada aceleración, puedo calcular la velocidad que un objeto de una masa determinada tendrá a medida que se deja caer a distintas alturas. Así, los científicos van elaborando distintas leyes que pretenden ser lo más generales posibles y a parir de allí van haciendo predicciones sobre determinados eventos, predicciones que de no cumplirse serán una refutación de la teoría esbozada. Empero, si todas las predicciones se cumplen, eso no significa que la teoría es verdadera: pueden existir casos desconocidos que la refuten. Así, las teorías son siempre contrastadas pero nunca verificadas: el método científico consiste en un constante ir y venir entre lo general y lo particular, entre el diseño de modelos y la predicción de eventos cuyos resultados servirán como una guía para realizar modificaciones a la teoría principal.
La inducción, por su parte consiste en elaborar una observación de multitud de eventos y a partir de allí se establece una conclusión general. Este procedimiento puede estar en desuso en el ámbito científico general, pero existen algunas disciplinas que se basan fuertemente en este tipo de análisis. Un tipo de ejemplo al respecto lo muestra la estadística. En esta se puede hacer un determinado relevamiento en una muestra lo suficientemente amplia y a partir de las conclusiones observadas allí extender el resultado a una muestra mayor. Es un tipo de procedimiento que se estila en encuestas de consumo y sondeos de opinión púbica. No obstante, como queda dicho, no existe relación lógica entre ambas muestras que pueda trasladar la conclusión de una a otra.