Independiente es alguien o algo que es autónomo y, por lo tanto, que actúa voluntariamente. En otras palabras, lo independiente es lo opuesto a lo dependiente.
Un individuo es independiente cuando su actuación está guiada por él mismo. Es alguien que toma sus propias decisiones, pues tiene la última palabra a la hora de elegir. Su independencia no quiere decir que sea absolutamente libre o que los demás no le influyan de una u otra manera.
La independencia personal (en el mundo del trabajo o en cualquier otro ámbito) es, en principio, una aspiración generalizada, ya que a nadie le gusta depender de los demás. Sin embargo, la independencia tiene algunos inconvenientes. La principal desventaja consiste en que uno mismo decide y se enfrenta a la posibilidad de equivocarse. En cambio, el que depende de los demás no tiene ninguna responsabilidad, no asume ningún riesgo y no se equivoca porque no elige nada.
La independencia es un concepto clave en la historia de algunos países. Son muchas las naciones que formaban parte de un imperio (el británico, el francés o el español han sido especialmente poderosos). Los territorios que ocuparon estos y otros imperios fueron sometidos a sus leyes, a sus costumbres y a su lengua. Con el paso del tiempo, los habitantes de estos territorios reclamaron un cambio en esta situación y lucharon por su independencia. En todas las naciones que en su día fueron colonias y luego se gobiernan por sí mismas. el día de proclamación de la independencia es un día clave en su historia; significa que en esa fecha se inicia una nueva etapa, sin imposiciones ni ataduras.
En el ámbito de la política, aquella persona que aspira a la independencia del territorio en el que vive es un independentista, una aspiración que resulta muy controvertida en algunos casos.
La idea de independencia también ha formado parte de algunos grupos de la sociedad, especialmente la mujer. Durante años dependía del hombre, de su marido o su padre. Esta situación comenzó a cambiar cuando un grupo de mujeres (las sufragistas) expusieron sus reivindicaciones y lucharon por ellas hasta conseguirlas. Hay que recordar que esta lucha por la independencia de la mujer todavía se mantiene en algunos países.
En cualquier circunstancia, independencia implica autodeterminación, es decir, decidir desde la propia voluntad, con una cierta libertad y asumiendo la responsabilidad (en el lenguaje coloquial se diría «llevar las riendas»).