Se conoce como imantación o magnetización a la densidad que posee un material determinado en cuanto a “momentos” o posibilidades que tiene dicho material de ser magnetizados o imantados por el metal.
Precisamente, hablamos de magnetización al fenómeno que surge cuando se aplica un campo magnético a determinado cuerpo. En general, elementos como los “ferromagnéticos” (metales, por ejemplo) tienen altos valores de magnetización y responden de manera evidente e inmediata cuando se les acerca un cuerpo magnético.
Pero bien, ¿qué es entonces el magnetismo en sí? Es un fenómeno físico, cuando un determinado objeto ejerce una fuerza, que puede ser de atracción o de repulsión, sobre otros cuerpos.
Los cuerpos que vemos, tocamos o con los que trabajamos cotidianamente están compuestos por diversos materiales: encontramos telas, plásticos, acrílicos, vidrios, metales, papeles, etc. ¿Todos los materiales de los cuerpos responden a la imantación? en principio, las leyes de la física aseguran que todos los materiales, en mayor o menor medida, pueden ser influenciados mediante un campo magnético. Pero por ejemplo, al tratar de magnetizar un plástico suele resultar difícil ver el fenómeno de manera clara. Diferente es el caso de los metales, como el hierro, cobalto o níquel que presentan propiedades magnéticas que pueden ser detectadas fácilmente.
La magnetización, para que podamos entender de qué estamos hablando, es aquel fenómeno que podemos ver si acercamos un imán a cualquier metal o a cualquier objeto que tenga algún espacio o detalle realizado en metales, o que su cuerpo tenga un cierto porcentaje de metal que permita la imantación. Vemos que rápidamente la parte metálica del cuerpo, o todo el cuerpo en su conjunto, se atrae hacia el metal, pegándose o uniéndose a él. Podemos experimentar incluso la fuerza de atracción, intentando separar de manera lenta y pausada al objeto del imán: sentiremos que (dependiendo el tamaño, tanto del imán como del objeto al que ha sido aplicada la fuerza) se ejerce una fuerza que intenta unir a los dos cuerpos (imán y objeto). Esa es la fuerza de atracción.
¿Por qué se genera este fenómeno? Los cuerpos están compuestos por tres partículas llamadas protones, neutrones y electrones. Los electrones, naturalmente, tienen la propiedad de ser “imanes”. En los cuerpos, los electrones está dispersos por toda la amplitud de dicho cuerpo, pero lo que ocurre en esos cuerpos que conocemos como “imanes”, es que todos los electrones –o la mayoría- tiende a concentrarse en un sola dirección y de esa manera es que generan fuerza magnética.