Se denomina humildad a la virtud mediante la cual una persona es consciente de sus limitaciones. Por esta circunstancia suele decirse que la humildad es la base de las demás virtudes, porque solo asumiendo los defectos y las limitaciones es que pueden superarse. La expresión guarda relación con la expresión “humus”, es decir, propio de la tierra. Así, la persona humilde se mantiene con un perfil bajo. La valoración de la humildad se hace desde tiempos inmemoriales, especialmente con la presencia del cristianismo. No obstante, los tiempos presentes parecen haber olvidado sus beneficios, confundiéndola con la falta de autoestima o la poquedad.
Como queda dicho, la humildad es un paso de importancia a la hora de superarse. En efecto, la soberbia, en cambio, considera que existen pocas cosas por mejorar. La humildad no debe confundirse empero con la falta de autoestima. Pr el contrario, amarse a sí mismo implica buscar mejorar, desearse a uno el mismo el bien y esta circunstancia solo puede lograrse si se aceptan las propias limitaciones. La humildad garantizará en este sentido que se tomen medidas tendientes a lograr estas mejoras.
La humildad tiene una amplia importancia dentro del cristianismo. En efecto, la máxima expresión de esta circunstancia es la encarnación, en donde el bien sumo se hace hombre y padece las miserias de la existencia humana. Dada esta relevancia desde el punto de vista religioso, no es de extrañar que la teología se haya abocado a su reflexión en un amplio sentido. Puede decirse que la humildad busca la propia excelencia humana y esta solo puede encontrarse en Dios. Es por ello que se comprende la importancia de la humildad desde el punto de vista religioso, es una virtud que inclina al hombre a Dios en la medida en que éste reconoce sus limitaciones y aspira a superarlas.
En la actualidad, esta virtud debería ser difundida con mayor vehemencia. En efecto, existe una clara incomprensión en lo que respecta a la humildad. Esta se considera como una falta de valoración por uno mismo, mientras que la humildad consiste en la toma de conciencia tanto de nuestras capacidades como de nuestras limitaciones. La humildad nos lleva a considerar que existen muchos aspectos que pueden mejorarse. En efecto, mejorar en cualquier sentido implica una consideración de esta limitación una consciencia de que una determinada característica puede ser desarrollada. Muchos problemas serían resueltos así, si la humidad tuviese una mayor incidencia como valor en nuestras vidas.