El término hostelería se refiere a todos aquellos servicios y actividades económicas relacionadas con el turismo.
Una breve lista de actividades propias de la hostelería podría ser la siguiente: alojamientos hoteleros diversos, agencias de viaje, cafeterías, establecimientos destinados al ocio, chiringuitos, alquiler de vehículos y organización de eventos. En definitiva, aquellos negocios que están asociados con el turismo.
El concepto de hostelería va más allá de todos los negocios o actividades turísticas. Prueba de ello es la aparición en las últimas décadas de las escuelas de hostelería o las asociaciones de este sector. En las escuelas se forman a los profesionales que aspiran a trabajar en el mundo del turismo y las asociaciones se crean con el propósito de defender los intereses del sector.
El valor estratégico
Los países con una industria turística importante basan su economía en el sector de la hostelería. Esto se refleja en muchos aspectos: en el PIB, en el empleo, en las infraestructuras necesarias o en el transporte. La relevancia de la hostelería la convierte en un sector estratégico en países como España, México, Brasil o Italia, países con una gran tradición turística.
Los retos del sector
El turismo y la hostería son dos ámbitos claves en el sector terciario. Como todas las actividades económicas, la hostelería se encuentra en una situación de permanente cambio. Hay una serie de retos que deben afrontarse para mantener un crecimiento económico estable en este conjunto de actividades: la profesionalización de los trabajadores, la protección del medio ambiente, la promoción turística en el exterior o toda una serie de estrategias de sostenibilidad.
Entendiendo la sostenibilidad hotelera
La sostenibilidad es una cuestión esencial en la hostelería, ya que un crecimiento desmedido puede llegar a ser contraproducente. Un simple ejemplo puede ilustrar esta situación problemática. Pensemos en una zona de costa en la que se construye un número desproporcionado de hoteles.
Este crecimiento desmedido puede ocasionar que los turistas consideren que este destino ya no es atractivo y, en consecuencia, dejan de visitar esta zona costera. Para que esto no suceda es necesario activar políticas que favorezcan un crecimiento sostenible.
Uno de los retos más específicos y que no tiene una fácil solución es el de la desestacionalización. Este término designa la desigualdad de actividad en la hostelería entre los meses de verano y los de invierno. Con las políticas de desestacionalización se pretende mantener un volumen de actividad suficiente durante el periodo invernal. En este sentido el sector de la hostelería aspira a que el volumen de la actividad económica sea lo más homogéneo posible.