En el siglo XX y XXl han aparecido grupos de individuos que comparten una manera de entender la vida, una estética y unas aficiones. Estos colectivos son considerados tribus urbanas. Cada una de ellas tiene sus propias señas de identidad. Los hipsters son uno de esos colectivos. Una definición concisa de este movimiento cultural es singularmente difícil, pues incorporan elementos de otras tendencias ( hippies, mods, indies o grunges ) y tienen elementos contradictorios. Sin embargo, se puede hacer un retrato robot general, como un perfil del hipster.
En primer lugar, el hipster es un individuo joven ( hasta 35 años ), de aspecto delgado, eminentemente urbano, raza blanca y al que no le gusta lo convencional ( rechaza el mainstream, la corriente mayoritaria ).
En relación con sus aficiones, le gusta la música independiente, el estilo étnico, los objetos vintages, los gatos y, en general, todo aquello que sea alternativo.
En cuanto a su estética, los hombres llevan pantalones ajustados, mochilas cruzadas sobre el pecho, preferentemente con barba y el pelo normalmente largo. La mujer hipster es la antítesis de una barbie, no le gusta demasiado el maquillaje, su pelo tiene un estilo andrógino, lleva vestidos antiguos y le encantan las sandalias tipo gladiador. Tanto ellas como ellos son cuidadosos con los detalles y complementos: gafas llamativas, piercings y tatuajes. Comparten una estética vintage y son aficionados a moverse en bicicleta por la ciudad.
El arquetipo hipster tiene, de alguna manera, una personalidad y unos valores que le caracterizan. Es sensible, más bien bohemio, amante de los movimientos alternativos, cercano a la cultura vegetariana o vegana y generalmente se opone a la violencia contra los animales.
El mundo hipster es una mezcla de moda, cultura y estilo de vida. Como suele suceder con las tribus urbanas, hay seguidores y detractores. Los defensores del hipsterismo son fieles a los rasgos ya descritos. Los críticos, ven a los hipsters como pequeños burgueses y adaptados al sistema aunque den a entender que van contracorriente.
Los analistas de la moda y de las corrientes contraculturales recuerdan que el término hipster tiene su origen en la jerga de los amantes del jazz, concretamente en la palabra hepcats que derivó posteriormente en el vocablo hipster.