Hacia finales del siglo XVIII y durante la primera mitad del siglo siguiente, XIX, América , vivió momentos de convulsión como consecuencia de los diferentes movimientos políticos surgidos a favor de la emancipación respecto de España. Denodados y enormes esfuerzos realizaron cientos y cientos de hombres para conseguir la libertad de su patria, Mariano Moreno, Manuel Belgrano, General San Martín, Simón Bolivar y cerrando esta enumeración incompleta y caprichosa el peruano Hipólito de Unanue, la personalidad política más destacada del lapso de tiempo mencionado líneas arriba.
José Hipólito Unanue y Pavón, tal es su nombre y apellido completo nació en la antigua provincia peruana de Arica el 13 de Agosto de 1755, en el seno de una familia que era descendiente directa de españoles. Si bien la situación económica de la familia Unanue y Pavón no era de lo mejor, Hipólito, tuvo acceso a la educación básica y superior.
En el año 1777, se asienta en la ciudad de Lima y allí comenzará a aflorar su gran interés: las ciencias naturales. Su tío, profesor de Anatomía, lo animaría a más y aunque no se la consideraba una carrera promisoria por aquel tiekpo, Hipólito, se anotó en la carrera de Medicina y en 1783 se graduó como Bachiller en la materia.
Si bien su relación con el Virrey José de Abascal era óptima y bastante cercana, nada de ello influyó en los pensamientos pro independentistas de Unanue, en los que era fácil vislumbrar su absoluta inclinación hacia una patria libre de los designios españoles. Eso se hizo notar muchísimo en sus esfuerzos por crear instituciones científicas independientes, en las cuales la ciencia moderna pudiese ser enseñada sin discriminaciones a los criollos interesados en ese saber.
Entre los grandes aportes realizados a favor de ésta idea se cuentan la inauguración de cursos que ofrecían lecciones clínicas para ayudar a los estudiantes, especialmente a los mulatos apartados de la universidad por su origen y la fundación del anfiteatro anatómico desde donde enseñó prácticamente anatomía.
Otro enorme hito de su actividad lo constituyó su obra Observaciones sobre el clima de Lima, un tratado que buscaba explicar las causas climáticas que intervenían en el desarrollo de algunas enfermedades en Lima. La misma aglutinaba desde datos meteorológicos, hasta observaciones clínicas con el objetivo de probar la tesis expuesta.
Su obra se vería culminada magistralmente en el año 1811 con la fundación del Colegio de San Fernando, una escuela médica en la cual los alumnos podrían aprender fisiología, anatomía, cirugía y hasta farmacia. Tanto el concepto como los programas de estudio implicaban una situación de avanzada para aquel tiempo.
Una vez que la independencia fue un hecho en el país, Unanue, ocupó un lugar destacado como político, fue ministro de hacienda, representante de Puno, miembro del Congreso Constituyente, aunque jamás descuidaría su gran pasión: la medicina. La historia cuenta que hasta fue médico de otro importante emancipador, Simón Bolívar, cuando su alicaída salud lo necesitó.
Así entonces, entre la política y la medicina transcurrió su vida hasta que falleció el 15 de Julio de 1833.