Se denomina hidratación al proceso mediante el cual se agrega agua a un compuesto en concreto. Este fenómeno es observable tanto en lo que respecta a compuestos inanimados como a seres vivos. En este último caso, la hidratación puede constituir un fenómeno recurrente, en la medida en que los seres vivos suelen perder agua constantemente como un aspecto funcional del mantenimiento de su organismo. Así, por ejemplo, la excreción de la orina hace que el cuerpo humano de deshaga de algo más de un litro de agua por día, situación que hace necesaria la reincorporación de esta; otra forma de perdida de agua la lleva a cabo la transpiración, por lo que en días calurosos es recomendable aumentar el consumo de ésta.
Lo señalado da una idea de la importancia que tiene la hidratación en el correcto funcionamiento del organismo. El agua es principal componente del plasma sanguíneo y es la manera en que el cuerpo se asegura la correcta distribución de los nutrientes. Es también importante para regular la temperatura corporal. Por ello, cuando ésta no se ingiere adecuadamente, las células lo sufren en una merma de ésta. Dada esta circunstancia, e el mantenerse hidratado es una de las condiciones de tener una buena salud.
Una correcta hidratación es un objetivo que deben perseguir especialmente los deportistas. Como es de público conocimiento, la práctica de ejercicio genera calor que necesita disiparse a través del sudor. Esta circunstancia hace imperioso para los atletas el consumo habitual de agua. No obstante, el agua cumple otros procesos de importancia en lo que respecta a un buen desempeño en la actividad física. Así, por ejemplo, se estima que una baja pequeña en la cantidad de fluidos corporales puede tener un impacto negativo de gran significación en lo que respecta a rendimiento deportivo.
La hidratación también sirve para otros aspectos del organismo, como por ejemplo, la digestión. En este caso, el agua funciona como un medio adecuado para la disolución y procesamiento de la comida ingerida.
Dadas las precedentes reflexiones, no es de extrañar que el agua sea el principal componente del cuerpo humano. Así, una persona al nacer tiene una composición en agua de aproximadamente el setenta y cinco por ciento, mientras que en su edad adulta este porcentaje se reduce al sesenta y cinco por ciento. Es por ello que ninguna persona puede estar exenta de la muerte luego de pasar más de una semana sin beber, circunstancia que habla de la necesidad de tomar conciencia de la importancia que una buena hidratación tiene.