Se denomina híbrido a un elemento constituido por otros elementos distintos. Así, el híbrido recibe su naturaleza de distintas fuentes, haciendo de él un tipo de ser nuevo. El término es utilizado en biología para dar cuenta de organismos que son producto de una cruza entre especies distintas, ya sean animales o vegetales. En este tipo de circunstancias, no obstante, las especies son lo suficientemente próximas en la cadena evolutiva como para que tal fenómeno se lleve a cabo. Los fenómenos de hibridación pueden darse de modo natural, esto es, sin la intervención del hombre, o a través de una búsqueda deliberada; en efecto, el hombre se ha valido en muchas ocasiones de una hibridación artificial para producir animales más aptos para determinadas tareas o para producir especies vegetales más resistentes o más nutritivas.
Los animales híbridos fueron una constante en narraciones mitológicas. En este sentido, eran representados de modo grotesco, con partes de animales distintos. Existen representaciones en esculturas que dan un buen ejemplo de esta circunstancia; en el caso de la literatura puede verse expresiones análogas. No obstante, estas experiencias de animales formados por la herencia de padres distintos son mucho más comunes y naturales que a que los antiguos podían llegar a prever. La única diferencia observable es que un proceso de hibridación siempre se realizará entre especies que sean afines.
Una circunstancia que es poco conocida es que muy probablemente el hombre haya sufrido experiencias de hibridación en su naturaleza. En efecto, en el pasado, cuando nuestra especie hizo su aparición en la faz de la tierra, esta se encontraba en contacto con otras especies homo. Una de ellas, por ejemplo, es el neandertal.
Muchas de las especies híbridas que hacen su aparición se caracterizan por el hecho de ser estériles. Esta situación alguna vez se creyó estaba siempre ligada a situaciones de hibridación, pero en la actualidad se comprueban experiencias de híbridos con capacidad de reproducirse. Como queda dicho, el hombre explota esta posibilidad para su beneficio económico en la medida en que le permite obtener especies con ventajas de dos animales distintos.
Algunos ejemplos de animales híbridos son la mula, cruza entre un burro y una yegua; el cebrazno, cruza entre un asno y una cebra; el ligre, cruza entre tigres y leones. Además de animales, también se puede hacer alusión a especies vegetales que sufrieron procesos de hibridación, como por ejemplo el árbol del pomelo.