El concepto de heteronormatividad fue propuesto por el teórico Michael Warner para hacer referencia al sistema, presente en la mayoría de las sociedades modernas, que estructura las prácticas, las relaciones sociales y las instituciones en base a asumir que la única opción válida de orientación sexual es la heterosexual. Dicho sistema forma parte de una construcción social e histórica que establece la correspondencia obligatoria entre sexo biológico, orientación sexual e identidad de género.
Según la heteronormatividad, la heterosexualidad deja de ser una orientación sexual más y se convierte en la única opción esperable. Es de destacar que esta idea implica una visión binaria del género, es decir que existen solamente dos géneros opuestos (femenino/masculino) que se atraen entre sí.
Características
La heteronormatividad se caracteriza por ser un sistema sociocultural que establece que la heterosexualidad es la única forma aceptable de orientación sexual. El mismo tiene un impacto directo sobre las relaciones sociales y las acciones personales de cada individuo. De esta forma, no solo compete al ámbito público, sino también al privado.
Asimismo, este sistema parte de una concepción binaria del mundo por la cual solo existiría el par masculino/femenino que implicaría que los sexos opuestos necesariamente deben atraerse entre sí. Es de destacar que según este sistema, el cual entiende que el comportamiento y la identidad se encuentran determinados por los genitales, un comportamiento particular (y un deseo) esperado para los hombres y otro para las mujeres.
Por otro lado, debido a que este sistema establece a la heterosexualidad como lo “normal”, aquellas personas que no se reconocen como heterosexuales ni dentro del binarismo de género, son marginadas e invisibilizadas. Incluso, en muchos casos, son discriminadas, perseguidas y sus derechos son vulnerados. De hecho, en la actualidad hay más de 70 países en que está penado por ley tener relaciones sexoafectivas que no se enmarcan dentro de la heterosexualidad.
Finalmente, otra característica de la heteronormatividad es que, a pesar de ser una construcción social e histórica, se ha naturalizado en la mayoría de las sociedades. De esta forma, la heterosexualidad obligatoria se internaliza mediante hábitos, prácticas, normas y formas de desenvolverse en el mundo que se presentan como naturales en apariencia pero no dejan de ser creaciones humanas.
Ejemplos
En principio, tal como mencionamos anteriormente, la heteronormatividad establece la heterosexualidad obligatoria. De esta forma, las acciones, prácticas y pensamientos heteronormativos se han naturalizado y muchas veces se repiten de forma inconsciente. Así, como este sistema establece comportamientos “de hombre” y comportamientos “de mujer”, por ejemplo, se ha naturalizado el hecho de que los hombres no pueden llorar simplemente porque han nacido con genitales masculinos.
Además, otro ejemplo claro de heteronormatividad es el dar por supuesto que todas las personas de las que nos rodeamos son heterosexuales. En la misma línea, también es heteronormativo el hecho de asumir que todos los niños tienen un papá y una mamá, anulando la posibilidad de relaciones parentales que escapan a la heteronorma, es decir, estableciendo un ideal de familia que solo se puede concebir de forma heterosexual.
Otro ejemplo que sirve para pensar la heteronormatividad es aquel que refiere al hecho de que se le asigna un género según su genitalidad a un bebé recién nacido, a la vez que se establece que por tener ese género asignado sentirá deseo por el género opuesto. En otras palabras, “si es nena necesariamente le gustarán los nenes” y “si es nene necesariamente le gustarán las nenas”.
En este punto, los medios de comunicación juegan un rol fundamental al establecer que las relaciones románticas son heterosexuales. Lo mismo sucede con las religiones, ya que la mayoría de ellas solo permite el matrimonio en personas de sexo opuesto. Además, la escuela también es una institución que perpetúa la heteronormatividad cuando se focaliza en la enseñanza de la reproducción heterosexual o cuando distingue a niños de niñas según un uniforme diferenciado.