Una herencia es un legado que se traspasa de una generación a otra, y que puede adoptar diversas formas. Podemos hablar de herencias económicas, culturales, políticas… En general, supone una serie de características determinadas que la generación (o generaciones) que a la cual se lega, pueden resignficarla, modificarla, maximizarla o quizás destruirla, respecto a cómo fue legada.
Para entender mejor de lo que estamos hablando, vamos a ejemplificar primero con la herencia económica. Por ejemplo, un padre que al morir traspasa sus bienes a sus hijos y esposa (si es que vive). O también puede manifestar por escrito antes de morir, cómo deben ser repartidos sus bienes capitales. Con el legado, los hijos pueden disponer de realizar lo que se les plazca. Si el padre lega un millón de pesos entre tres hijos, quizás uno pueda invertirlo en montar la empresa que tenía en mente, otro puede gastarlo en viajes, ocio y entretenimiento, y quizás el último decida donarlo a una organización de lucha contra el cáncer, porque su padre falleció por esta enfermedad (es sólo un ejemplo).
Sin embargo, también pueden existir otro tipo de herencias y en general éstas si son entregadas o quien las posee manifiesta expresamente a quien quiere legarlas. Tienen que ver más con lo familiar, lo sentimental y lo emocional. Por ejemplo, una abuela que quiere dejar como herencia a su nieta un anillo de oro que le regalaron cuando cumplió quince años. Más que como herencias, se configuran como “regalos” o “recuerdos”.
Pasemos ahora a la herencia cultural. La herencia cultural son todas aquellas costumbres, tradiciones, expresiones artísticas y maneras de vivir que se traspasan de generación en generación en una región geográfica determinada. Por ejemplo, la celebración de ciertas festividades en diversas épocas del año, comer tal comida en determinad día de la semana… El reflejo más ejemplificador de la herencia cultural son los hábitos de vida y los museos, en cuanto atesoran las expresiones artísticas y objetos del pasado que poseen algún tipo de significado o valor simbólico en cuanto a cultura e historia del lugar.
Por último, encontramos la herencia política. Se denomina de este modo a los “modelos” de ejercer la política que líderes de un lugar determinado han impreso como “modos de hacer” política. Ellos pueden ser los fundadores de un partido político, que delinean las bases de la ideología de ese bloque político, o determinados actores a lo largo de la historia de, por ejemplo, un país. Podemos citar como ejemplo el caso de John Kennedy en Estados Unidos, Juan Domingo Perón en Argentina, o Margaret Thatcher en Inglaterra.