Conocida como una de los elementos más distintivos y especiales del ser humano frente a los demás seres vivos, la habilidad de pensamiento es aquello que nos ha permitido convertirnos en lo que somos: seres pensantes que podemos planear, proyectar, recordar, discernir, imaginar, etc. Todas estas habilidades tienen que ver directamente con la razón y su desarrollo.
La intuición versus el razonamiento: un duelo de titanes
Si tenemos en cuenta que todos los seres vivos poseemos algo a lo que conocemos como instinto, tanto más claro se hace lo especial que es el poder haber desarrollado el pensamiento. Podríamos describir al instinto como esa fuerza natural que tienen todos los seres vivos en mayor o menor grado y que tiene que ver con la supervivencia. El instinto es lo que nos hace escapar de algo que es peligroso o buscar alimento cuando tenemos hambre, aunque lo hagamos inconcientemente.
Muy por el contrario, el razonamiento es una habilidad que sólo los seres humanos hemos sabido desarrollar y que tiene que ver con la mayor capacidad de utilizar nuestro cerebro para resolver aspectos de la vida cotidiana. El razonamiento es aquello que nos permite pensar en cosas abstractas, medir, imaginar, calcular, recordar algo, aprender, inventar cosas, planear a futuro, etc. Sin ello no seríamos nada de lo que somos como seres humanos porque tendríamos las mismas capacidades que cualquier otro animal.
El desarrollo del pensamiento fue un largo proceso
Esto a lo que llamamos habilidad de pensamiento no es algo que ha existido desde siempre. Los especialistas en la materia, tanto historiadores como arqueólogos, científicos biológicos y médicos entre otros concuerdan en hablar de un largo proceso que se conoce como homidización y que es aquel mediante el cual los primates más desarrollados fueron superando sus priopias características para dar nacimiento a nuevas especies cada vez más complejas. El final de ese recorrido fue la aparición del Homo Sapiens o el ser humano actual, el único de todos ellos con la capacidad de razonar plenamente desarrollada. Desde entonces, todo lo que ha pensado y creado el ser humano a partir del razonamiento ya se guarda como un infinito acervo cultural que le permite a las nuevas generaciones ser cada vez más ricas y complejas.
El razonamiento en la vida cotidiana
Si bien no nos detenemos a pensar en ello, nuestra habilidad de pensar o de razonar está presente en casi todo lo que hacemos. Desde el hecho de seguir concientemente un camino de vida, elegir qué queremos ser, imaginar nuestro futuro, recordar nuestro pasado, tener identidad, formar sociedades complejas, inventar desde las más simples a las más increíbles cosas, mejorar nuestra calidad de vida permanentemente y también todos los delitos, las formas de violencia y agresión son consecuencia directa de la capacidad de razonamiento que nos permite expandir nuestra mente más allá de lo que conocemos y continuar creciendo eternamente.