Revolucionario irlandés que ideó un plan para liberar a los esclavos e indios mexicanos.
La historia está llena de historias curiosas, y la de Guillén de Lampart es justamente una de ellas, porque implica el afán de un hombre nacido en un lugar tan distante de América como es Irlanda pero que a pesar de ello se propuso un objetivo extraordinario: liberar a México, allá por el siglo XVII, del yugo al que los conquistadores españoles tenían sometido a casi todo el continente.
La idea de Lampart era hacerse pasar por el hijo del rey español Felipe III y una vez que asumiese como autoridad del Virreinato de Nueva España liberar a todos los oprimidos, negros, mestizos, indios…
Pero su propósito altruista no tuvo un final feliz ya que sería descubierto, los tribunales de la inquisición lo juzgaron, y fue sentenciado a morir de la peor manera: en la hoguera.
De su familia hereda su afán pro independentista
Nació en la localidad irlandesa de Wexford, en el año 1611, en el seno de una familia de la aristocracia venida a menos y muy fanatizada en contra de la ocupación inglesa; ese germen independentista sería absorbida por Lampart quien impulsó y sostenía ideas independentistas que terminaron por condenarlo a muerte cuando estudiaba en Londres.
Por caso, debió huir de Inglaterra, tiempo después, incursionó como pirata, se cambia de nombre y se asienta en España.
En 1640 viajará al nuevo continente junto al Virrey Diego López de Pacheco con su objetivo de erigirse en autoridad para liberar al pueblo de los españoles.
Descubren su plan usurpador y es sentenciado a morir en la hoguera
En 1642 fue traicionado por un capitán al que le había contado su plan y fue denunciado ante el tribunal de la inquisición.
Estuvo preso largos años y luego se escapó de la prisión.
Finalmente falleció en México, el 19 de noviembre del año 1659, asesinado en la hoguera por ser hallado culpable de sedición.