El golpe de Estado en Chile de 1973 fue una insurrección militar liderada por las Fuerzas Armadas que tuvo como fin derrocar al Presidente Salvador Allende y terminar con el gobierno elegido democráticamente de la Unidad Popular. El golpe resultó en el suicido del Presidente tras lo cual se instaló una dictadura militar comandada por el General Augusto Pinochet que se extendió hasta 1989.
El gobierno de la Unidad Popular
El 4 de septiembre de 1970 Salvador Allende obtuvo la primera mayoría relativa en las elecciones presidenciales (36, 63 por ciento de los votos). El 24 de octubre de dicho año el Congreso lo proclamó Presidente de la República. De este modo, el bloque de gobierno que lo acompañaba, la denominada Unidad Popular, se convertía en el primer gobierno socialista elegido democráticamente en elecciones la consagración de lo que se ha llamado la nueva vía al socialismo, o la vía chilena al socialismo.
El gobierno de la Unidad Popular se caracterizó por el intento de ampliar las bases democráticas de la sociedad y sus políticas más importantes fueron el haber profundizado en la reforma agraria que había comenzado en los gobiernos que la precedieron, la que se llevó a cabo a partir de la expropiación de predios sumada a las tomas de terreno realizadas por campesinos agrícolas. Se nacionalizó el cobre, una política que fue aprobada con gran mayoría en el congreso. Se avanzó en una economía planificada a través de un antiguo decreto de 1932 que permitía expropiar cualquier industria que se considerase de importancia estratégica para la economía nacional. Se invirtió en la estructura hospitalaria de la salud pública, como también en la nutrición infantil a través de la política del medio de leche para cada niño. Se impulsó la educación, principalmente en el nivel preescolar y medio, como también en el nivel industrial, entre otros aspectos.
En términos generales, el gobierno de la Unidad Popular amplío la intervención del Estado en la economía a través de políticas que buscaban distribuir la riqueza y terminar con la pobreza que acechaba en el Chile de aquella época. Sin embargo, problemas como la inflación, la radicalización de algunos sectores políticos, la polarización social, y el clima de inestabilidad que impulsaron diversos grupos de la oposición, terminaron por crear un complejo escenario político.
Causas de la crisis política que desencadenaron el golpe
En el transcurso del gobierno de la Unidas Popular sobrevinieron diferentes problemas políticos y sociales. El proceso inflacionario, sumado a desabastecimiento y el acaparamiento impulsado por algunos sectores opositores, además del sabotaje empresarial a las políticas del gobierno, generaron un clima de continua tensión que se expresó en una polarización social cada vez más radical.
Paralelamente, en las pujanzas políticas también ocurrieron cambios. La Democracia Cristiana, que en 1970 había dado su apoyo parlamentario a Allende, terminó por situarse en la oposición junto al Partido Nacional. Paralelamente aparecieron grupos de extrema derecha, como Patria y Libertad, que buscaban terminar con el gobierno por la vía de la violencia. Mientras que, en el propio sector del gobierno, se comenzó a dividir el frente entre las fracciones que querían profundizar el proceso revolucionario a través de la vía insurreccional (MIR, MAPU, y una parte del Partido Socialista) y quienes querían consolidar el proceso de la Unidad Popular a través de los mecanismos que la política tradicional otorgaba (Partido Comunista, Partido Radical, y el sector del Partido Socialista más afín a Allende). Estas divisiones también generaron un clima de confrontación permanente en la sociedad que, entre otros aspectos, fue socavando la estabilidad del gobierno.
Por último, en el contexto internacional y regional (ligado a las disputas de un mundo polarizado por la Guerra Fría) el gobierno de Salvador Allende tuvo dificultades para encontrar aliados internacionales, mientras que E.E.U.U, cuya política de ese entonces a con la región fue expandir la Doctrina de Seguridad Nacional en el interior de las Fuerzas Armadas, ayudó a generar aún más inestabilidad en el interior del país.
Resumen de los hechos principales
En este contexto de crisis, sumado a la Doctrina de Seguridad Nacional ampliamente difundida entres las fuerzas armadas, Salvador Allende sabía que existía la posibilidad de un golpe de Estado tal como había sucedido en otros países de la región. Sin embargo, había dos particularidades que permitieron maniobrar la crisis hasta 1973. Primero, las fuerzas Armadas aún estaban influenciadas por la doctrina Schneider. La doctrina de René Schneider, quien fue el Comandante en Jefe de Ejército hasta 1970 (cuando fue asesinado por un grupo de extrema derecha) pregonaba la idea de que las Fuerzas Armadas no debían intervenir en la política y, al contrario, debían apoyar al gobierno que haya sido elegido democráticamente. Segundo, y en relación a lo anterior, el general Carlos Prats, Comandante de las Fuerzas Armadas hasta el 23 de agosto de 1973, también mantuvo la postura no golpista e incluso fue quien enfrentó el intento de golpe de Estado del 23 de junio de 1973 también llamado tanquetazo.
Ahora bien, a mediados de 1973 la situación era crítica para Carlos Prats que, temiendo que le sucediera lo mismo que al General Schneider, y luego de haberse incorporado al gobierno junto a otros militares a modo de controlar los intentos de golpe en las fuerzas armadas, renunció a su cargo como Comandante en Jefe dando paso al ascenso del General Augusto Pinochet de quien, dicho sea de paso, no se conocía si su postura era o no pro golpista.
De este modo, los sectores que estaban por un golpe de Estado como solución al ascenso del socialismo en Chile, un sector que no sólo incluía a los grupos paramilitares de extrema derecha como Patria y Libertad o la derecha agrupada en el Partido Nacional, sino también a un sector de la Democracia Cristiana y a gran parte de la casta militar, encontraron en Augusto Pinochet la posibilidad de ser apoyados por las Fuerzas Armadas en un nuevo intento de golpe de Estado. El gobierno de la Unidad Popular, que luego del tanquetazo intentó integrar a los militares en el gobierno, planteó como solución un plebiscito nacional que eligiera la continuidad o no de su gobierno. Sin embargo, recién el diez de septiembre se llegó a un acuerdo dentro de los sectores del gobierno para poder convocarlo, mientras que 7 de septiembre en las Fuerzas Armadas ya se había coordinado el golpe de Estado que ocurriría, finalmente, la mañana del 11.
El 11 de septiembre de 1973 a las 7:20 am Salvador Allende, informado de que ha ocurrido un levantamiento en Valparaíso, se dirigió al Palacio de la Moneda donde le informaron que se estaría efectuando un golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, José Toribio Merino por la Armada, Gustavo Leigh por la FACH y César Mendoza por Carabineros. Los golpistas les pidieron renunciar bajo la amenaza de bombardear el Palacio de Gobierno, pero Allende se negó y, al contrario, dio su último discurso como presidente.
De este modo, finalmente la Moneda fue bombardeada por aviones de la FACH alrededor de mediodía y Allende, tras pedirle a sus acompañantes que abandonen el palacio, se suicidó con el fusil que Fidel Castro le había regalado en su viaje a Chile. Así fue como terminó el gobierno de la Unidad Popular y comenzó la dictadura militar liderada por Augusto Pinochet que gobernaría el país por los próximos diecisiete años.