El sistema de orden alfabético de términos y palabras ha sido útil a lo largo de la historia para poder tener una referencia de diferente tipo de material o ideas. Una de las formas en las que se puede observar esa práctica es la típica del diccionario, otra similar pero con diferencias es la del glosario, que aquí explicaremos.
Origen etimológico y utilidad en el área académica de esta técnica
Aunque no hay una única explicación sobre la procedencia de la palabra «glosario», se considera que la misma incluye a su vez el término «glosa» que en latín se puede traducir como «palabra oscura o difícil de entender». Desglosar algo entonces es explicar o buscar comprender eso que es difícil. Por lo tanto, el glosario es el lugar donde se dan las definiciones de palabras que pueden ser complejas o desconocidas. La característica principal de este tipo de material escrito es que las palabras tienen siempre relación entre sí o pertenecen a un rubro académico específico. Allí es donde el glosario se diferencia del diccionario, compendio de todas las palabras conocidas de cada lenguaje.
En el ámbito académico, de investigación y científico, contar con un material como el que aquí describimos es central ya que permite a los especialistas tener una comprensión más acabada del tema que se está trabajando o investigando. Es común que los artículos, escritos, las tesis y todo documento de valor científico y académico cuente con un glosario (que se suele encontrar al final para ser utilizado como referencia) donde se explicita el significado que se toma de la palabra. Esto es especialmente útil si la investigación recurre a términos muy específicos.
Una necesidad en el mundo escolar para estudiar mejor
Es normal que el estudio, especialmente entre niños y adolescentes, sea una tarea ardua y muchas veces compleja de abarcar. Es allí donde entran a jugar un rol muy importante las diferentes técnicas de estudio que se pueden aplicar para mejorar el aprendizaje. Una de ellas es justamente la construcción de un glosario o conjunto de definiciones de términos específicos de una materia o área de estudio. Así, es siempre recomendable que el alumno en cuestión cuente con una parte donde defina las nociones básicas y centrales de la asignatura a estudiar.
Por ejemplo, en el caso de materias científicas como la biología es útil tener los términos específicos definidos de modo que cada vez que aparezcan en un texto uno pueda recurrir a su explicación para entenderlos mejor. En el caso de materias como historia se pueden sumar además procesos históricos que brevemente se describen y que son centrales para la comprensión integral de un tema.