Ha sido una situación corriente en la historia que individuos que investigan o descubren determinados acontecimientos, instrumentos, o logran ciertos avances en una materia, no sean reconocidos oportunamente por ellos y en su lugar sean otros los que llevan el aplauso y la palmada en la espalda.
O también ha sido habitual que el reconocimiento llegué muchísimo tiempo después…
Y esto es justamente lo que ha sucedido con el matemático francés Gaston Julia.
Porque Julia fue el pionero a la hora de hablar e investigar sobre los fractales.
Para los que no lo saben el fractal es un tipo de objeto geométrico que tiene una estructura fragmentada y que se repite en diversas escalas.
Gaston Maurice Julia nació en Sidi Bel Abbès, una zona ubicada al norte del continente africano, más precisamente en Algeria, cuando esta se encontraba bajo dominio francés, un 3 de febrero del año 1893.
Julia era un excelente estudiante pero como le sucedió a muchos de sus contemporáneos la Primera Guerra Mundial los alejó de sus futuros prometedores y los colocó justo en el campo de batalla.
Como consecuencia de su participación como soldados en esa difícil contienda bélica, Julia, perdería su nariz y a partir de entonces además de someterse a tantísimas operaciones tuvo que de por vida llevar una cubierta hecha de cuero en la nariz.
Cuando regresa de la guerra, Julia, retoma su pasión por las matemáticas y asimismo sus investigaciones.
En tanto, a la edad de 25 años ya produce su primer gran descubrimiento, que le valdría el respeto de sus pares y que se publica en una revista especializada bajo el título de Memoria sobre la iteración de las funciones racionales.
Inmediatamente después de este hallazgo, Julia, se convierte en una sensación dentro su campo y hasta se lo premia con el Gran Premio de la Academia de Ciencias francesa.
Sin embargo, ello no impidió que pronto también fuese olvidado junto a su notable aporte y pasen varias décadas hasta que alguien lo desempolvase y reivindicase.
Ese alguien fue su colega de origen polaco Benoît B. Mandelbrot, quien a partir del trabajo de Julia y de sus propios aportes le dio mayor entidad al estudio realizado en su momento por el francés y a partir de ese entonces sería popularizado como geometría fractal.
Julia fallece a la edad de 85 años en París, un 19 de marzo del año 1978.