Biografía de Galileo Galilei

Nació en la ciudad italiana de Pisa, en el seno de una familia numerosa, siendo el primogénito de seis hermanos. Su padre fue un reconocido compositor e intérprete del instrumento de cuerda laúd. Incluso, él mismo, continuó con esa pasión familiar.

Cursó sus primeros estudios en un monasterio y estuvo muy cerca de dedicarse al sacerdocio. Por pedido de su padre, decidió matricularse en la universidad, y desistir de la profesión sacerdotal.

Comenzó estudios de medicina, que abandonó, para dedicarse a su verdadero interés: las ciencias exactas.

Se desempeñó como profesor particular de matemáticas.

Descubrió las leyes que intervienen en la caída de los cuerpos y el movimiento de proyectiles.

Asumió la cátedra de matemáticas en la Universidad de Padua. Enseñó mecánica, astronomía y geometría.

Inventó el compás de cálculo para resolver problemas de matemáticas.

Defendió la teoría de su colega Nicolás Copérnico que aseguró que la tierra gira alrededor del sol.

Presentó un telescopio que ostentó una enorme potencia, símil a la de los binoculares prismáticos. Gracias a su invento, descubrió: cráteres en la luna, montañas, apreció las estrellas de la Vía Láctea, reconoció cuatro satélites más grandes que el planeta Júpiter, entre otros.

Asumió como matemático de la corte de la ciudad de Florencia, situación que lo desligó de sus labores profesionales y le facilitó dedicarse con exclusividad a la investigación, su verdadera y gran pasión.

Publicó el libro El mensajero celestial, que propuso una nueva cosmovisión y contradijo directamente el geocentrismo dominante.

Propuso que el sol es el centro del universo y no la tierra como se creyó hasta ese entonces, contradiciendo siglos de dicha aseveración, sostenida desde la Biblia.

Los planetas y las estrellas giran en torno de él.

Su investigación partió de muchos trabajos propuestos un siglo antes por su colega Nicolás Copérnico.

Fue advertido por el Vaticano respecto de las sanciones que le podrían sobrevenir de continuar con la difusión del heliocentrismo.

Se prohibieron sus libros y un sacerdote jesuita, Roberto Belarmino, lo denunció

Editó la publicación que sostuvo y defendió el heliocentrismo la cual se presentó en formato de diálogo y en la cual intervinieron tres personajes imaginarios, uno de ellos, se asemejó bastante a la caricatura del Papa, y causó tremenda ofuscación por presentarlo como un viejo tonto.

Fue hallado culpable de herejía, por un tribunal de la inquisición, y sentenciado a cumplir la condena de prisión domiciliaria hasta su muerte, en su residencia de la Villa de Arcetri, en las cercanías de la ciudad italiana de Florencia.

La Santa Inquisición denomina a una serie de organismos dependientes de la Iglesia Católica que se dedicaron a enjuiciar y condenar personas que, desde su criterio, ofendían severamente a la Iglesia Católica, algunos de sus representantes o dogmas. Surgió en la época medieval, en el siglo XII, y continuó practicándose hasta el siglo XVIII.

Falleció en la ciudad de Florencia, a los 77 años.

Tuvo tres hijos con su pareja Marina gamba, con quien nunca se casó, a pesar de ser un devoto católico.

La Iglesia levantó la prohibición de sus libros con la llegada del siglo XX y lo declaró Padre de las Ciencias Modernas.

Se halló una carta escrita de su puño y letra, a uno de sus alumnos predilectos, fechada en 1613, en la cual aseveró, que la iglesia y la ciencia no deberían enfrentarse porque la Biblia nunca se propuso ser un libro sobre filosofía natural que explique el funcionamiento del mundo. Por otro lado, comentó que la sagrada escritura no erraba, pero sí lo hicieron muchos de sus intérpretes, y que ambas, ciencia y Biblia, manifiestan verdades elocuentes que no encuentran contradicción entre sí. En tanto, les asignó a quienes tuvieron que hacer el trabajo de su interpretación, realizarlo, manteniendo siempre la concordancia de las verdades, de una y otra.