Los fondos de inversión representan capital de distintos agentes invertidos en distintos instrumentos financieros. Los mismos suelen ser gestionados por especialistas en el área del mercado de capitales, que buscan con los mismos entablar la mejor relación entre riesgo y beneficio posible. En las últimas décadas comenzaron a proliferar, cada uno de ellos especializado en un tipo especial de instrumento. El gran público en general tiene acceso a estos vehículos de inversión a través de bancos, que suelen ofrecerlos del mismo modo que un plazo fijo, como una modalidad de lograr un interés. Los fondos de inversión también pueden estar gestionados por firmas especializadas.
Es común entre la gente la intención de mantener algunos ahorros con la finalidad de obtener algún tipo de interés a efectos de aplazar consumo presente en pos de un mejor consumo futuro. Lamentablemente, no siempre existen formas lo suficientemente efectivas a la hora de establecer una buena relación entre riesgo y beneficio. La inflación, por otra parte, suele ser un desaliento a la mera acumulación de moneda, ya sea doméstica como extranjera. Con la finalidad de presentar a los inversores una manera óptima de canalizar sus ahorros es que se desarrollaron fondos de inversión gestionados por especialistas en la materia.
Los fondos de inversión pueden hacer uso de distintos instrumentos financieros. Algunas de estas variantes son los bonos, las acciones, los futuros, las opciones, etc. En el primer caso se hace alusión a la deuda que contrae un estado o una compañía específica; en el segundo se hace alusión a activos que representan la titularidad de una empresa y que conceden derechos políticos (participación en decisiones sobre la firma) y económicos (cobrar dividendos); el tercero remite contratos de transacciones futuras; y finalmente el cuarto representa a contratos que representan la posibilidad de comprar o vender activos durante un determinado lapso de tiempo a un determinado precio.
Uno de los principales aspectos que un inversor potencial debe considerar al intentar incorporarse a un fondo de inversión es la volatilidad que el mismo ha tenido en el pasado. Esta medida da cuenta de las diferencias de cotización en un determinado lapso de tiempo (que en general es de un año). En efecto, una cartera con mucha volatilidad implica un mayor riesgo, pero también una mayor posibilidad de obtener ganancias. Existen algunas técnicas que intentan eliminar al máximo la volatilidad y garantizar ganancias por dividendos o intereses, pero requieren mentes conocedoras de los vericuetos de las finanzas.