El término filtración puede utilizarse con distintos significados según el contexto. En primer lugar, puede referir a una pérdida de agua que llena de humedad las paredes o una fractura en el techo que hace que el agua pase. También puede aludir a un tipo de circunstancia en la que una información que debía permanecer oculta o solo disponible para un número acotado de personas se hace pública. Finalmente, por filtración puede entenderse un proceso de separación de distintos elementos con respecto a un líquido mediante un filtro que permite el paso del agua, pero no así el de los elementos referidos.
En el caso de una filtración de agua, la misma suele acaecer cuando una cañería se rompe o tiene una junta mal colocada; en este caso, el agua comenzará a formar humedad en las paredes o en el piso, dando cuenta de que existe una pérdida en algún lado. También puede referir a una grieta ínfima que pudo haberse generado en el techo o en alguna pared y que hace que el agua pase cuando se producen lluvias excesivas. En el primer caso, la solución pasará por encontrar la pérdida y obturarla, mientras que en el segundo consistirá en sellar la grieta de forma definitiva.
En cuanto a la consideración de una filtración como un proceso de divulgación de una información determinada, la misma siempre tiene lugar cuando dicha información es de interés público pero los que la mantienen oculta tienen algún interés opuesto a este conocimiento. En este caso, la filtración suele producirse por conflictos internos entre quienes tienen acceso a estos datos, hecho que incentiva a alguno a difundirlos. A lo largo de la historia han existido diversos ejemplos conspicuos de esta circunstancia y últimamente ha tomado cobertura internacional el caso de una filtración proveniente de un ex empleado de la CIA que dio cuenta que las empresas tecnológicas más relevantes contribuyen con el gobierno de Estados Unidos para espiar a personas de todo el mundo.
Finalmente, la filtración como proceso de limpieza del agua es una técnica que consiste en separar sedimentos dispersos en el líquido mediante un determinado elemento que sirve de filtro. Este elemento suele ser poroso y hace que el líquido pase por el mismo mientras que las partículas flotantes se ven impedidas de atravesarlo. Este proceso sirve principalmente para librar al agua de dichas partículas, pero no para que ésta quede libre de otro tipo de contaminación.