En la nobleza no todo es color de rosa como muchas veces suponemos los “plebeyos”, la prensa nos lo ha demostrado en muchas ocasiones que los reyes, reinas, príncipes y compañía sufren como cualquier mortal de sangre roja también, y esto es así ayer, hoy y siempre…
Monarca español del siglo XIX que libró una dura batalla contra su padre y también se enfrentó a Napoleón
Y en el caso del personaje que nos ocupa en esta reseña hubo bastante de eso, ya que antes de convertirse en uno de los monarcas españoles más recordados de la historia padeció los problemas típicos de cualquier hijo de vecino: se llevaba muy mal con su padre, el rey Carlos IV, incluso siendo Príncipe de Asturias hasta llevó a cabo una conspiración contra él y osó formar un partido propio que lo apoyase para destituirlo.
Claro, cuando la cuestión salió a la luz terminó mal, fue procesado, pero al final recibió el perdón de papá…
En tanto, toda esta cuestión de rivalidad y desencuentro con su padre se vio afectada por la invasión napoleónica a España, a la cual Fernando resistió a pesar que en algún momento había mantenido conversaciones con el mismo Napoleón.
El conquistador francés no acordaría finalmente con Fernando y terminaría obligándolo a que devuelva el trono a su padre Carlos IV, básicamente porque su intención final era que este último abdicase en favor de su hermano José Bonaparte.
Mientras Fernando permaneció cautivo, el pueblo español encabezó la resistencia contra Napoleón y lo usó como símbolo de lucha.
Férreo defensor del absolutismo monárquico y detractor del liberalismo
En 1813 regresa al trono y restablece el absolutismo monárquico, cuestión que defenderá y a la que se opondrá a reformar, a pesar que era una demanda ya en el siglo XIX, un tiempo dominado ya por el pensamiento liberal.
Esa negativa a la modernización no hizo más que traerle impopularidad entre sus conciudadanos, complicar las finanzas de la corona española y su prominencia en el plano internacional.
A este contexto local debió sumarle el descontento de las varias colonias españolas en América, quienes cansadas de la opresión española comenzaron a pelear por sus independencias, hecho que fueron consiguiendo poco a poco durante la primera mitad del siglo XIX y gracias a la actuación de valientes patriotas de ascendencia española.
Abolirá la ley sálica que impedía a las mujeres heredar el trono
Otra cuestión insoslayable que sucede durante su reinado fue la abolición de la ley sálica, que impedía que las mujeres heredasen el trono.
Finalmente al abolirla, su hija Isabel II lo sucederá en el trono cuando fallece.
Por supuesto esto generó descontento en la familia real y nuevos enfrentamientos familiares.
Nació un 14 de octubre del año 1784 en San Lorenzo de El Escorial y falleció a los 48 años en Madrid, un 29 de septiembre del año 1833.