Biografía de Ezequiel Peña

Nació en el pequeño poblado de San José del Valle, en el estado mexicano de Nayarita, donde los caballos fueron el principal medio de locomoción de los pobladores, equivalentes a las bicicletas de muchos barrios.

A los doce años empezó a manifestar su inclinación por la música, especialmente por el género mexicano más típico: la ranchera.

Hizo presentaciones como amateur, en festivales y bares de su pueblo natal.

Su numerosa familia, entre ellos algunos de sus hermanos y su padre, no estuvieron de acuerdo con su carrera musical, sin embargo, el siguió adelante a pesar de las burlas y los obstáculos.

Se asentó en el estado de California, en los Estados Unidos. Desplegó diversos oficios y ocupaciones para poder sobrevivir: mesero y chofer, entre otras, mientras, durante su tiempo libre, incursionó en competencias de canto.

En una de ellas salió primero y ganó un premio de cien dólares que utilizó para grabar un demo en una discográfica independiente.

Fue el vocalista de la banda Vallarta Show, una popular tecno banda por aquella época en los Estados Unidos.

Pronto, ganaron reconocimiento y recibieron la propuesta de la discográfica: Fonovisa Récords, para grabar un disco y realizar una serie de presentaciones por todo Estados Unidos.

Grabaron cuatro discos. Provócame y Esa chica me vacila, fueron algunas de sus canciones más exitosas.

Dejó la agrupación para comenzar una carrera solista.

Dio un giro de 360° en su carrera y dejó la música texana por la ranchera.

Lanzó el álbum Yo vendo unos ojos verdes, compuesto y producido por el cantautor Marco Antonio Solís.

Asimismo, causó furor con la canción Prefiero partir, también de Solís.

El legendario cantante Antonio Aguilar lo presentó como “El Nuevo Charro de México”, apodo que lo distinguió desde aquel entonces.

Editó el disco Orgullo ranchero, también de la mano de Solís.

Lanzó la propuesta discográfica Me dicen el tirador.

Sacó a la venta el disco Nomás contigo, que grabó junto a la agrupación Pioneros.

Editó: A todas las que amé y El Nuevo charro de México, respectivamente.

Lanzó los siguientes discos: Amor de charro, Con sangre de ranchero, Viva la banda, Nuestra tradición: la charrería, (en formatos CD y DVD) y El de Nayarit.

Recibió una nominación a los premios Grammy, en la categoría mejor álbum de banda, por el editado ese mismo año: A mucha honra.

Padeció un accidente, con uno de sus caballos, en pleno show. Durante la presentación, el caballo que abordaba falleció de un ataque cardíaco. Fue un suceso ciertamente traumático para él y para el público presente.

Anunció que se tomaría un descanso para trabajar en material musical nuevo y pasar más tiempo con su familia.

Incursionó en el género latino, con el álbum Mis dos vicios.

El cabildo de la ciudad de Los Ángeles decretó el 27 de noviembre como el día de Ezequiel Peña, en homenaje a sus aportes a la música regional de México y por promover y preservar la tradición charra.

Lo distinguieron como embajador de la educación y la cultura en la ciudad de Fresno, estado de california, en el marco de la celebración de la Quinta Feria de Educación de Fresno.

Las instituciones que le concedieron dicho honor y reconocimiento fueron: la Universidad de California, el Senado estatal, el Consulado General de México en Fresno, La Cámara de Representantes de California y el Sistema de universidades de California.

Fue uno de los que gozaron del privilegio de cortar el listón inaugural del festejo, junto, a las autoridades universitarias y ejecutivos de la cadena televisiva Univisión.

En la placa que le obsequiaron se manifestó: “digno representante del folklore, la charrería y la música mexicana”.

Otro de los momentos más emocionantes del evento, que lo tuvo como protagonista excluyente, fueron los 200 estudiantes universitarios que se congregaron en el lugar y lo acompañaron desde su llegada hasta el escenario central.

En el emotivo y encendido discurso que brindó a los presentes animó a promover, siempre, la educación y la cultura, como únicos motores de progreso de la humanidad.

A sus palabras se sumaron las acciones del consulado mexicano que regaló 7 mil textos escolares sobre diversas asignaturas y la realización de talleres especializados en inglés y en español.

Editó el disco maravilloso Jesús, que cuenta con un fuerte componente cristiano, tanto en el sonido como en el contenido.