El éxito consiste, en principio, en la obtención de aquello que se desea. Esta definición es válida como idea general, pero no hay que olvidar que el binomio éxito-fracaso presenta múltiples interpretaciones.
Valoraciones generales sobre la cuestión
Si hubiera una receta infalible para conseguir el triunfo, el debate sobre el éxito y el fracaso dejaría de plantearse. En este sentido, son muy diversos los planteamientos relacionados con la idea de éxito.
Para algunos, no es una cuestión de victorias y logros sino de la capacidad para superar los fracasos. Hay quienes consideran que la motivación por el triunfo debe ser más poderosa que el temor al fracaso. Otros sostienen que el éxito empieza en la voluntad de triunfo. Para algunos la clave de la cuestión consiste en asumir riesgos con determinación y salir de nuestra zona de confort. En ocasiones se afirma que el auténtico éxito radica en disfrutar con lo que uno hace.
Cada individuo tiene su propia visión sobre lo que significa el éxito. Por otra parte, en la vida cotidiana el binomio éxito-fracaso se convierte en el eje de coordenadas para explicar todo tipo de contextos sociales y personales, pues en todos los ámbitos hay ganadores y perdedores.
La distinción entre unos y otros no siempre es evidente, ya que hay perdedores que se sienten ganadores y supuestos triunfadores que se sienten totalmente insatisfechos.
Oriente y Occidente, dos formas de entender el éxito
Para la mayoría de individuos occidentales la idea de éxito se basa en la obtención de bienes materiales, el triunfo profesional y alcanzar algún tipo de meta u objetivo. Las personas que consideramos exitosas suelen tener dinero, reconocimiento social y algún tipo de distinción. En cambio, en la tradición oriental las claves del éxito se deben encontrar en lo que somos y no en lo que tenemos.
Para los budistas se trata de liberarnos de los deseos, permitir que las cosas ocurran de manera espontánea y alcanzar la paz interior. En el taoísmo perder el tiempo y la energía en el éxito o en el fracaso solamente provoca ansiedad y frustración, por lo que únicamente el sosiego espiritual nos conducirá al bienestar personal, que es el genuino éxito en la vida.
En el sintoísmo, la religión tradicional de Japón, el camino del éxito individual se fundamenta en los siguientes pilares: mantener las tradiciones, sentirse integrado en la naturaleza y conservar un espíritu limpio.
Algunos occidentales no encuentran satisfacción en su propio paradigma y buscan caminos alternativos para alcanzar el ansiado éxito.