El término excluyente es un adjetivo que sirve para definir que algo se deja fuera, se aparta o se rechaza de un conjunto o un todo. Pese a tratarse de una palabra que puede tener una connotación positiva en algunos contextos, generalmente suele usarse como un calificativo negativo.
De manera general podría decirse que un grupo es excluyente cuando rechaza la inclusión de algunos de sus miembros en base a que estos muestran unas características distintas o un comportamiento que difiere de lo que ese grupo considera apropiado.
Un ejemplo claro de ello son los problemas que muchos inmigrantes tienen para ser aceptados en sus nuevas comunidades. En muchos casos el país o la sociedad que recibe a los extranjeros muestra un comportamiento excluyente con ellos, alegando la diferencia de costumbres o presentando un excesivo recelo sobre cómo podrán reaccionar los emigrados al encontrarse en un nuevo entorno.
Exclusión social
Como se ha ejemplificado en el caso anterior de los emigrantes, la exclusión social es un problema más habitual de lo deseado. Mediante este proceso un grupo dominante excluye a otros grupos sociales por algún motivo (normalmente étnico o religioso), impidiéndoles el acceso a unas condiciones de vida dignas.
Un caso ejemplar es el del Apartheid en Sudáfrica, donde directamente era el Estado el que regulaba la segregación racial del país, dejando en manos de una minoría blanca el control del poder, mientras la mayoría negra de la población debía hacinarse en poblados chabolistas y se le coartaba toda posibilidad de progreso social.
Nacionalismo excluyente
En un mundo tan globalizado como el actual, resulta curioso como cada vez surgen más movimientos nacionalistas reivindicando su propia identidad frente al grupo. Si bien muchas de estas reivindicaciones se ciñen a poner en valor una herencia histórica o cultural de cierta importancia, en otros casos, el movimiento nacionalista se muestra como excluyente. Esto quiere decir que buscan desvincularse completamente de cualquier seña identidad que los pueda relacionar con otra entidad nacional, lo que termina por provocar un movimiento de rechazo y separación.
Sin embargo diversos autores hablan de que cualquier tipo de nacionalismo es excluyente por definición, ya que divide el mundo entre los que se identifican con esa idea y “el resto”. O dicho de otro modo, el nacionalismo, como ideología, siempre excluye a ese “resto”, tanto si suponen una verdadera amenaza para sus ideas como si se muestran indiferentes a su existencia.