Biografía de Eugenio Montale

Nació en Génova, en el seno de una familia acomodada, que se dedicó al comercio de productos químicos. Fueron seis hermanos, siendo el benjamín de la familia.

Su salud fue muy frágil desde pequeño y por ello en varias oportunidades tuvo que interrumpir sus estudios y quedó al cuidado de una de sus hermanas.

Por otra parte, dejó en algún momento la escuela secundaria para estudiar canto, porque quería ser cantante.

Si bien no terminó de concretar ese proyecto de cantar, transmitió muchísimo esa pasión por la música a través de sus poemas.

Manifestó desde temprana edad una gran sensibilidad e inclinación por el arte y por la literatura, es decir, a la poesía y al canto, también se le sumó su preferencia por la pintura.

Prestó servicio durante la Primera Guerra Mundial como oficial de infantería.

Se graduó como contador.

Publicó sus primeros poemas y algunos artículos de crítica literaria, en revistas y otros medios de la época, y así comenzó a hacerse reconocido en el circuito cultural de la época.

Salió a la venta la primera edición de Ossi di sepia, su primer libro de poemas, el cual le reportó reconocimiento inmediato.

Se declaró públicamente antifascista.

Inclusive fue uno de los firmantes de un duro manifiesto contra el fascismo.

Dirigió el gabinete científico Vleusseux, en Florencia, una de las bibliotecas más notables de la ciudad italiana, que fue fundada en el año 1819 por un comerciante protestante ginebrino.

Se trató de un espacio que desarrolló un papel clave en la relación cultural de Italia con otros países.

En sus inicios fue una sala de lectura que ofreció a los lugareños y turistas el acceso a las más destacadas revistas europeas, y asimismo un lugar que fomentó la conversación y el debate de ideas.

Junto a dicha sala se instaló una biblioteca con las últimas publicaciones de notables autores de la época.

Recibió la visita de ilustres personalidades de la cultura mundial: Stendhal, Mark Twain, Émile Zola, Schopenhauer y Aldous Huxley, entre otros.

El instituto fue dirigido bajo la gestión privada de la familia Vieusseux hasta 1919 que se convirtió en una fundación y paso a ser parte de la administración estatal florentina.

En el siglo XX continuó ejerciendo influencia y desplegando su función original bajo el mando de destacados intelectuales y escritores, tal fue el caso de Montale.

El gobierno de tendencia fascista lo desplazó del cargo en 1938

Durante la Segunda Guerra Mundial ayudó y refugió a muchos escritores perseguidos por el régimen nazi.

Mientras tanto, en el plano profesional, durante estos años se dedicó mayormente a realizar traducciones de grandes autores como: Mark Twain, Miguel de Cervantes, entre otros.

Desarrolló una intensa actividad como crítico literario y musical, en periódicos históricos de su patria, como el Corriere de Informazione y las colaboraciones en el Corriere della será.

Conoció a su musa, la joven poeta María Luisa Spaziani, quien inmediatamente se erigió en una inspiración. En tanto, para la joven autora, la estrecha y sólida relación de amistad que entabló con el autor la marcó a fuego en su carrera y fue una gran y positiva influencia.

Se casó con la actriz italiana Drusilla Tanzi. El matrimonio duró tan solo un año porque ella falleció al año siguiente como consecuencia de las complicaciones que le generó una caída

Recibió el Premio Nobel de Literatura que entrega la famosa academia sueca, sin duda, el máximo galardón al que aspira un escritor.

Falleció en la ciudad de Milano, a los 84 años.

Recibió, además del Premio Nobel una gran cantidad de reconocimientos, en su patria y fuera de ella: Premio Feltrinelli, el título de senador vitalicio, el título de Doctor Honoris Causa por varias universidades (Roma, Cambridge, Milano, Basilea).

El rasgo definitorio de su poesía fue la sencillez, pero no por ello sacrificó la intensidad y significado.

Se la conoció formalmente como hermética, surgido del hermetismo, tal como se denominó al movimiento poético, de crítica literaria y de origen italiano que protagonizó, durante la primera mitad del siglo XX, y en el que estuvo acompañado por otros colegas y compatriotas sobresalientes: Giuseppe Ungaretti, Salvatore Quasimodo y Mario Luzi.

La propuesta en común de estos poetas radicó en buscar la pureza de la palabra y por tanto reaccionaron contra la retórica y su énfasis. Quisieron que la palabra de sus poemas manifestara un momento purísimo que diese cuenta de las complejidades de la existencia.