La tragedia griega es un género teatral que nació justamente en la Grecia Antigua y cuya principal inspiración han sido los ritos y las representaciones sagradas, propias de la mencionada cultura, en tanto, Esquilo, dramaturgo griego , que vivió entre los años 525 y 456 A.C., está considerado por la historia como el primer gran referente de la misma y también como el responsable de introducir en el género importantes innovaciones, tal es el caso de: mejoras técnicas y escenográficas, introduce el segundo actor en escena, hecho que independiza el diálogo con el coro y en el final sustituye la violencia por la persuasión.
Autor y militar griego, emblema de la tragedia griega
Es importante destacar que la tragedia supo ser el género dramático por excelencia de los antiguos griegos.
Y tenía un destinatario al cual se lo homenajeaba con ella: Dionisio, dios del vino.
Características singulares de la tragedia de Esquilo
En la tragedia los personajes estaban enfrentados a diferentes conflictos y marcados por un destino trágico, justamente siempre terminan con algún padecimiento, o con la mismísima muerte de alguno de los personajes.
Las tragedias de Esquilo abordaron las grandes leyendas y mitos de Grecia y de la mitología que supo crearse a su alrededor, y en ellas quedó evidenciado mucho de la cultura y costumbre de esta civilización tan admirada y estudiada.
Esquilo mostró a través de sus dramas como siempre los hombres quedaban supeditados a la voluntad de los dioses que adoraban y que decidían sus destinos.
Por otra parte, exhibía la fatalidad que manda en la naturaleza y contra la cual los actos de los hombres siempre quedan sin efecto, truncos.
Esquilo nació en Eleusis, en el seno de una acomodada familia de terratenientes.
Militar y trágico griego
Fue un antecesor de otros colegas como Sófocles y Eurípides y a para sus 35 años ya era un reconocido autor de tragedias.
Desde joven participó en diversos concursos de poetas, ganando muchos de ellos, aunque también fue derrotado alguna vez por Sófocles.
Sus inclinaciones literarias estuvieron acompañadas por una activa carrera militar, ya que lucharía en las guerras contra los persas, aún más, muchas de sus creaciones literarias estuvieron impregnadas de historias realmente vividas durante los enfrentamientos en los que participó, como ser: Los persas, Los siete contra Tebas, entre otros.
La obra de Esquilo fue prolífica, aunque, lamentablemente, solamente se han conservado completas siete obras.
Cabe destacar, que sus tragedias se distinguieron especialmente por la presentación del sufrimiento humano, el cual será el que conduce al personaje más importante al conocimiento; en la mayoría de los casos, el sufrimiento es el resultado directo o indirecto de alguna mala acción que lleva a la desgracia a los protagonistas.
También, la política no está ausente, muchas de sus obras presentan elementos políticos como consecuencia que Esquilo era un hombre sumamente interesado en la vida política de su polis.
Fiel consultor del oráculo, poco antes de su fallecimiento, éste le vaticinó que moriría aplastado por una casa, entonces, decidió dejar la ciudad.
Sin embargo, al poco tiempo moriría de algo sumamente alejado: por el golpe del caparazón de una tortuga en su cabeza.
Tuvo un hijo, Euforión, que también siguió sus pasos en la tragedia griega.
Entre sus obras más notables se destacan Los Suplicantes, Orestíada y Prometeo encadenado.
La mitología griega y su vida militar fueron los temas más recurrentes de sus tragedias
Y como bien decíamos al comienzo de la reseña, las leyendas y mitos griegos fueron la gran inspiración de este autor y así es que Prometo encadenado justamente narra el mito del Titán Prometo quien desafía a los dioses otorgándoles el fuego a los hombres y cuando es descubierto se lo somete a un castigo de eterno encadenamiento.
Por su parte Los Persas que data del año 472 aborda la batalla de Salamina y la victoria griega sobre este pueblo.
En esta queda evidenciada la influencia de la práctica como militar en su faceta de autor ya que esta pieza surge de su participación en la guerra que se narra.
El elemento sufriente está personificado en los persas y la gloria en Atenas; también se da espacio para reflexionar sobre las calamidades de las guerras y las tremendas consecuencias que producen en la humanidad.