Uno de los objetos de estudio de la geografía es el espacio. En este sentido, se puede estudiar el medio físico, el medio urbano, el medio rural o el medio social.
Reglas básicas
Cuando hablamos de espacio geográfico estamos obligados a referirnos a una localización, a una distribución, a una temporalidad y a una relación o interacción.
Es preciso concretar de qué área o territorio estamos hablando. A partir de una localización ya es posible llevar a término un estudio concreto, por ejemplo de unas infraestructuras, de la orografía de un lugar o de una actividad económica.
Los elementos que conforman un espacio tienen una distribución determinada. Así, al estudiar los bosques o los ríos de un país, hay que saber dónde se distribuyen geográficamente.
Las características geográficas deben relacionarse con la dimensión temporal. En este sentido, un mapa físico no presenta la misma información en una época que en otra, ya que se producen cambios que alteran el espacio geográfico (por ejemplo, el curso de un río es modificado en un momento concreto y lógicamente dicho cambio altera la señalización del río en el mapa).
Los componentes de un espacio geográfico tienen algún tipo de relación o vínculo. Así, un río en una zona boscosa puede atraer a pescadores los fines de semana y esta circunstancia genera la necesidad de construir una zona de aparcamiento.
Componentes que forman el espacio geográfico en el medio urbano
La realidad cultural de cualquier sociedad tiene unas formas de expresión relacionadas con los distintos espacios geográficos. En muchas ciudades hay grafitis que decoran los muros, se realizan bailes de manera espontánea en calles y plazas o se practica deporte en áreas de recreo.
Las actividades económicas y comerciales requieren de todo tipo de establecimientos especializados, los cuales se distribuyen en un marco geográfico.
La actividad política y administrativa se desarrolla en instituciones, como parlamentos o ayuntamientos.
La interacción entre las personas se desarrolla igualmente en un espacio público. Así, calles, plazas y centros de ocio son lugares de encuentro y de socialización.
La planificación urbanística
La disciplina que estudia las necesidades humanas en el espacio urbano es, lógicamente, el urbanismo. Esta área del conocimiento está directamente relacionada con la geografía y con la arquitectura.
El urbanismo concibe la ciudad como un todo con una cierta ordenación. La finalidad general de los proyectos urbanísticos consiste en ofrecer respuestas satisfactorias al conjunto de los habitantes de una ciudad.