La Elección Racional es un enfoque a nivel teórico utilizado en el marco político-económico para explicar y caracterizar las tendencias y conductas de las personas desde lo individual dentro del entorno social. Surge a partir de postulados propios de la microeconomía basándose en la concepción del individuo como un ser racional, es decir, que es capaz de elegir la mejor de las alternativas dentro de un cúmulo de opciones posibles.
A partir de esto, el economista estadounidense Herbert Simon (1916-2001) expone la Racionalidad Limitada desde su trabajo Models of man: social and rational, publicado en 1957, remarcando, como mayor diferencia, que ninguna persona posee un acceso absoluto a la información, ni tampoco sobre las mismas condiciones, por lo tanto, cada una tiene una comprensión particular, y desde allí se debe trabajar.
Factores principales: interés, egoísmo y preferencias
Según la teoría de la elección racional, la forma en la que los individuos toman sus decisiones se fundamenta en algunos elementos básicos. El primero de ellos es el auto interés y el egoísmo; cada una de las elecciones que un individuo hace están orientadas por el propio interés y con el fin de cumplir un beneficio propio (siempre egoísta) lo que lleva a suponer una baja preocupación por el resto de las personas.
Otro de los postulados tiene que ver con las preferencias, las cuales se suponen estables, consistentes y transitivas, es decir, que no son contradictorias y pueden transferirse de una a otra respondiendo siempre a cierto nivel de preferencias, por ejemplo, si el individuo A tiene por color favorito el amarillo, enseguida el rojo y por último el azul, la teoría supone que el individuo en cuestión, siempre y bajo cualquier circunstancia, va a preferir el rojo y el amarillo por encima del azul. Otro aspecto a considerar tiene que ver con la información con la que cuenta el individuo; la elección racional daba por sentado que las personas tenían información completa con la cual podían tomar una decisión informada y así optimizar su beneficio una vez tomada la decisión.
Diferencia marcada por la racionalidad limitada
Si bien la Elección Racional, en sus orígenes, se manifestó partiendo de elementos categóricos que suponían a los individuos ajenos al ambiente y a las circunstancias que los rodean, y poseedores de información completa que les permitiera decidir con la finalidad de obtener el mayor beneficio posible, está perspectiva poco realista fue matizada por Herbert Simon, cuyas importantes aportaciones a los enfoques teóricos sobre la forma en la que los individuos toman decisiones, le hizo acreedor a un premio Nobel de Economía en 1978.
Simon desarrolló la idea de la racionalidad limitada, concepto que apunta a que, si bien es cierto que los individuos toman decisiones de manera constante basados en sus preferencias individuales, la información con la que cuentan nunca es completa, además, las propias capacidades de procesamiento de información de las personas está limitada por cuestiones meramente físicas o biológicas, más aún, existen condiciones externas propias del ambiente y del contexto que afectaran la decisión tomada.
Considerando la información y recursos limitados, así como la afectación del ambiente, resulta prácticamente imposible el poder elegir la opción óptima, sin embargo, sobrellevando las limitaciones descritas, el individuo intenta maximizar su elección con base en la información, recursos y condiciones en las que se encuentra.
Evolución de la teoría
Más allá de las primeras aportaciones de Simon y sus matices a la teoría de la elección racional, varias han sido las críticas que se le ha hecho a este enfoque teórico por considerar al individuo como poco menos que una máquina que simplemente toma decisiones auto interesadas y egoístas.
Sin embargo, la elección racional y el estudio del comportamiento individual dentro del entorno social, ha servido como base fundamental para teorías posteriores como el institucionalismo y neoinstitucionalismo, la teoría de la elección pública y la teoría de la acción colectiva, esta última, estudia cómo es que a pesar de la racionalidad de los individuos, estos se ven obligados a actuar dentro del entorno social y que, de llevar al máximo la elección orientada por el egoísmo y las preferencias individuales, la vida en sociedad sería prácticamente imposible además de que conllevaría la total depredación de los recursos.
Así pues, los postulados originales de la teoría de la elección racional, al matizarse y discutirse, han propiciado el surgimiento de nuevos aportes y enfoques teóricos. Si bien el modelo de individuo racional sigue siendo utilizando para explorar el comportamiento de las personas en distintas áreas del conocimiento como la microeconomía, es fundamental no perder de vista que los mismos funcionan de manera teórica como meras aproximaciones a la realidad y no necesariamente la reflejan tal cual es.