Un dron es un vehículo capaz de volar y de ser comandado a distancia, sin que se requiera de la participación de un piloto. Existen drones de todos los tamaños y orientados a finalidades distintas, sobre todo en los últimos años. No obstante, es importante señalar que artefactos de este tipo existen desde hace bastante tiempo, aunque por supuesto nunca fue tan barato fabricarlos, ni tampoco poseían la gran cantidad de características que poseen en la actualidad. Hoy en día es posible tener drones que filman el territorio desde la altura y que son guiados mediante un programa instalado sobre una tableta o un teléfono inteligente.
Posibilidades y Problemas
El principal interés por mejorar una tecnología que posibilite el uso de vehículos no tripulados viene del área militar. En efecto, en el ámbito de la guerra el uso de drones puede tener significativas ventajas, como por ejemplo la posibilidad de evitar la muerte de un piloto. Por otro lado, el dron se ve libre de las limitaciones que contiene llevar a un ser humano en su interior, limitaciones que le restringirían realizar determinadas maniobras. Hoy en día ciertamente puede evidenciarse un uso cada vez mayor de estos elementos en lo que respecta a distintas acciones bélicas. Además del uso de drones específicamente diseñados para el combate existen drones que se encargan de tareas de inteligencia, revelando los lugares en los que se esconde el enemigo; en estos casos, los drones pueden ser extraordinariamente pequeños y difíciles de observar.
Los drones también pueden ser utilizados para diversos usos civiles. Así, es posible gracias a los mismos realizar grabaciones de video que servirán para la elaboración de películas. También son utilizados con el mero afán de diversión y entretenimiento. Finalmente, existen algunas funciones específicas relacionadas con la observación de lugares inaccesibles para el ojo humano. No obstante, como es de suponer, siempre será la seguridad el ámbito en donde los mismos tendrán mayor utilidad.
Como es de suponerse, para que exista una capacidad de comando, debe existir un vínculo entre el dron y un artefacto o software que posibilite esta vinculación con la persona que comanda al objeto. Como hemos esbozado, la tecnología actual permite que un dron sea comandado por una mera tableta o un teléfono inteligente. No obstante, pocos saben que esta vinculación puede ser intervenida por terceros. Así, un dron puede ser hackeado por un tercero que puede tomar control del mismo; ciertamente, se toman medidas de seguridad para evitar una situación como la descrita, pero estas siempre vienen seguidas por tecnologías que pueden sobrepasarlas.