Dios es aquel ser o entidad suprema a la cual las religiones monoteístas, Cristianismo, Judaísmo, Islamismo, señalan como el creador del universo y de todo lo que en él habita: planetas, animales, plantas, seres humanos, entre otros.
Diferentes religiones, pero especialmente las mencionadas líneas arriba, han venido rindiéndole culto desde prácticamente el día cero del hombre en la tierra.
Independientemente de la religión que se trate, Dios es considerado un ser o entidad omnipresente, es decir, está en todas y cada una de las partes del mundo; también se habla de su omnipotencia, porque puede hacerlo todo, nada hay en el mundo creado por él que no sepa cómo hacer, modificar o hasta arreglar. Y también es omnisciente porque lo sabe todo antes que nadie.
Mientras tanto, su denominación dependerá de la religión en cuestión, por ejemplo, los judíos lo llaman Yahvé, los musulmanes Alá y los cristianos simplemente Dios.
De las tres religiones monoteístas más grandes y difundidas por el mundo entero, el Cristianismo ha sido la primera en concebir a Dios como una especie de observador, de ojo enorme, que se encuentra por afuera del mundo y de sus contingencias, por tanto, es imposible observarlo y el único vínculo que se podrá establecer con él será a través de la oración.
Será recién en el siglo XIII, a partir de las conclusiones de Santo Tomás de Aquino que el Cristianismo asumirá que la existencia de Dios no es algo que pueda ser comprobado científicamente sino más bien que es algo que es así y que solo la fe puede sostener.
Por supuesto, como sucede con toda cuestión vinculada a la fe y a la metafísica, han existido innumerable cantidad de polémicas y también diferentes puntos de vista para explicar determinadas situaciones, entre ellas su existencia; entre las corrientes filosóficas más promocionadas que aún hoy debaten acerca de la existencia o no de Dios nos encontramos con las siguientes: deísmo (acepta la existencia de un ser superior pero no las verdades reveladas a través de escrituras y personas, como ser la Biblia o los sacerdotes), ateísmo (niega la existencia de Dios directamente o dice que no ha podido ser demostrada todavía) y agnosticismo (desconoce la existencia de Dios).
Otro punto de vista frecuente es aquel que imagina a Dios como una fuerza de la naturaleza, que normalmente se manifiesta de un modo natural.