Un diagnóstico son el o los resultados que se arrojan luego de un estudio, evaluación o análisis sobre determinado ámbito u objeto. El diagnóstico tiene como propósito reflejar la situación de un cuerpo, estado o sistema para que luego se proceda a realizar una acción o tratamiento que ya se preveía realizar o que a partir de los resultados del diagnóstico se decide llevar a cabo.
Una placa de rayos X, un análisis de sangre, una ecografía… Todos estos son tipologías de estudios de la medicina que un profesional puede ordenarnos realizar con el fin de conocer el estado de alguna parte de nuestro cuerpo o de algún proceso interno que se esté produciendo en él, y entonces luego, poder diagramarnos un tratamiento para seguir, indicarnos la ingesta de medicinas, recomendarnos hábitos de vida o proceder a una intervención quirúrgica en el caso que lo necesitemos.
Sin embargo, no es la única situación donde podemos vernos envueltos en un “diagnóstico”. En muchos establecimientos educativos, al ingresar a un nuevo año escolar o a un ciclo de enseñanza, los maestros o profesores suelen pedir a sus alumnos la realización de una evaluación que busca precisamente saber, conocer cuáles son los conocimientos que tienen los alumnos, cuáles de ellos que han aprendido en años o ciclos anteriores han fijado con mayor precisión en su saber. Desde esos resultados, el enseñante sabrá si existen temas que deben ser explicados o revistos nuevamente para entonces sí luego avanzar con el temario curricular de la asignatura.
Pero, puede que el diagnóstico no tenga como punto único de estudio a una sola persona, si no también a muchas, o más bien podríamos decir, al conjunto social como proceso de cambio. ¿Qué quiere decir esto? Pues bien. Imaginemos si nosotros quisiéramos montar una pequeña empresa de fabricación de helados. ¿Sabemos con certeza si tendremos éxito? Está bien que en estas ocasiones mucho depende de la intuición empresarial, pero podemos pedir a un profesional, por ejemplo, de la economía, que realice un estudio de mercado: ¿la gente de mi ciudad necesita realmente una heladería? ¿Consumiría mis productos? ¿Qué espera de una empresa de este rubro? Esto también es un diagnóstico, y me ayuda a vislumbrar de mejor manera la situación social antes de instalar mi empresa. Claro que como decíamos, de manera importante influye la intuición, pero quizás podamos evitar futuros fracasos o prever mejor nuestras estrategias comerciales.
Otro tipo de diagnóstico, aunque generalmente se conocen con el nombre de “estudios de suelo” tiene que ver con el análisis de una superficie terrestre determinada, y de generalmente pequeña dimensión donde alguien pretende realizar una construcción o por el contrario, necesita una evaluación del suelo con vistas a producir cultivos o dedicarse a la ganadería.